ROMANOS

CAPÍTULO 16

Romanos 16:1

Febe puede haber sido la persona que entregó personalmente la epístola de Pablo a los Romanos. Ella recibió las sinceras recomendaciones de Pablo. Es interesante que de los cinco primeros creyentes que Pablo menciona (v.1-6), tres de ellos fueran mujeres. Cuando del servicio a Cristo y a Su asamblea se trata, las mujeres en ninguna manera ocupan un lugar secundario al hombre. Ellas son “coherederas de la gracia de la vida” (1 Pedro 3:7) y su fidelidad será recompensada en el Tribunal de Cristo. Cuando se trata de trabajar fielmente para el Maestro, no hay varón ni mujer en Cristo. Todos servimos al mismo Salvador como Sus siervos amantes, aunque con diferentes capacidades. El Cristianismo Bíblico, a pesar de lo que digan sus críticos, siempre ha dignificado a la mujer y ha permitido a las mujeres creyentes encontrar plena satisfacción y gozo en ser la persona que Dios quiere que sean. Es en las sociedades en las cuales los principios bíblicos no son honrados, que las mujeres son horriblemente maltratadas y tenidas en baja estima.

Febe era tanto HERMANA como SERVIDORA (v.1). Pablo la reconoció como hermana en Cristo (un acogedor término familiar) y como una servidora (diakonon) de la asamblea. Ella servía en la asamblea local que estaba en Cencrea, una ciudad puerto localizada cerca de Corinto (comparar Hechos 18:18).

Febe era una “servidora” o una “diaconisa” de la iglesia. ¿Esta palabra se usa en un sentido general, para indicar que ella era una humilde servidora de la asamblea o es usada en un sentido más técnico, de que ella tenía un cargo en la iglesia? ¿Tenía la iglesia primitiva un cargo de “diaconisa” (diácono femenino)? No se hace mención de “diaconisas” en el Nuevo Testamento. Sin embargo, hay un pasaje interesante que se encuentra en 1 Timoteo capítulo 3, el capítulo que habla de los requisitos para los ancianos (obispos) y diáconos. A la mitad de la lista de los requisitos para los diáconos, Pablo agrega esta acotación: “Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo” (1 Ti.3:11). ¿Se refiere a las mujeres de los diáconos o a otras mujeres en la asamblea (diaconisas)? Si se refiere a las esposas de los diáconos, ¿por qué Pablo no dice nada en este capítulo acerca de los requisitos de las esposas de los ancianos? ¿Por qué deben cumplir las esposas de los diáconos con ciertas normas, mientras hay silencio en cuanto a las esposas de los ancianos? Alguien diría que Pablo no está estableciendo pautas para las esposas de los diáconos, sino para las diaconisas.

Se pueda o no se pueda sustentar bíblicamente el “cargo” de diaconisa, debemos reconocer el “trabajo” de una diaconisa. Tenga o no tenga oficialmente ese título, la santa mujer piadosa ha de ejercer como una humilde servidora. Si entendemos el propósito de los diáconos masculinos, podemos entender la necesidad de servidoras femeninas. El origen de los diáconos se encuentra en Hechos 6:4. Había la necesidad de ministrar a las viudas necesitadas y este problema estaba llegando a ser una carga para los apóstoles, hasta el punto de que dificultaba su ministerio de oración y de predicación de la Palabra de Dios. El líder espiritual de la iglesia nunca debe ser desviado de su tarea principal de oración y predicación. Fueron nombrados “diáconos” calificados para manejar esos asuntos, para que los apóstoles pudiesen “persistir en la oración y en el ministerio de la Palabra”. El ministerio a las viudas fue dado a los diáconos, para que los apóstoles pudiesen dedicarse al ministerio de la Palabra de Dios.

Esta es la función principal de un diácono hoy en día. Debe ser un hombre espiritual, un servidor humilde y capaz de manejar cosas tales como las finanzas, el cuidado y la mantención de la propiedad y del edifico, y todo lo que pueda aliviar la carga de los líderes espirituales de la asamblea, para que puedan dedicarse con persistencia a la oración y al ministerio de la Palabra. Está demás decir que si un Pastor pasa 25 horas a la semana pintando y haciendo trabajos de reparación, sacando la nieve con la pala, limpiando el edificio de la iglesia, etc., entonces su ministerio en el púlpito sufrirá grandemente. Diáconos fieles y capacitados deberían poder manejar muchos de estos necesarios quehaceres. Imagina una gran tormenta de nieve que ha cubierto el suelo con 15 pulgadas de nieve fresca. El Pastor se pone su equipo de nieve y sale a emprender la tarea. Repentinamente viene el diácono David con su maquinaria, toma la pala y dice, “Pastor, yo haré esto. Quiero que regrese a su oficina y use el tiempo para ORAR y PREPARAR la PREDICACIÓN. Los diáconos pueden ocuparse de la nieve, pero Dios ha dotado a algunos hombres para alimentar a la grey (Efesios 4:11-12) y no queremos que usted descuide su tarea principal”.

De igual manera, las mujeres piadosas pueden cumplir funciones similares en la asamblea. Hay incontables quehaceres y tareas que necesitan hacerse de las cuales podrían encargarse las mujeres y que facilitarían las tareas y aliviarían la carga de los líderes espirituales de la asamblea. La mujer servidora humilde podría preguntar, “¿Qué puedo hacer por el Pastor y los ancianos que pueda aliviar su carga y hacerles más fácil dedicarse al importantísimo ministerio de la Palabra?”  Acaso las llamemos “diaconisas” o no, esta “labor de una diaconisa” es muy necesaria en nuestro día y toda la asamblea se beneficiará de ella. Las mujeres pueden funcionar como diaconisas, aunque no ostenten ese título oficial.

Romanos 16:2

Pablo exhorta a los creyentes romanos a “recibir” a Febe. Esto significa que la “recibieran entre ellos, que la admitieran, la recibieran en comunión y compañerismo” (Thayer). Que le dieran una cordial bienvenida en su medio (esta palabra “recibir” se usa en cuanto a los creyentes que esperan ansiosamente la venida del Señor—Tito 2:13 –“aguardando”; Judas 21—“esperando”, y comparar Lucas 2:25- “esperaba” y Lucas 2:38—“esperaban”). Se usa en Filipenses 2:29 de los creyentes filipenses recibiendo a Epafrodito, el fiel compañero de milicia de Pablo. Se usa del Señor Jesús que recibía a los pecadores y comía con ellos (Lucas 15:2). Debían recibirla “en el Señor”, como a una hermana en Cristo, una que disfrutaba la bendita UNIÓN con el Hijo de Dios. Debían hacerlo como “corresponde a santos”, como es digno de los santos. Debían recibirla como es apropiado para los santos. Como creyentes debemos andar como es digno (la misma palabra) de nuestro elevado, santo y celestial llamamiento (Efesios 4:1), y esto incluye nuestra conducta hacia nuestros compañeros creyentes. Ser salvo es un tremendo privilegio, pero trae consigo la enorme responsabilidad de andar y vivir de una manera digna.

Como santos, debemos andar como es digno de nuestro llamamiento (Efesios 4:1)

Debemos comportarnos como es digno de las buenas nuevas de Dios, el evangelio (Fil.1:27)

Debemos andar como es digno del Señor, agradándole en todo (Col. 1:10)

Debemos andar como es digno de Dios, que nos llamó a su reino y gloria (1 Te. 2:12)

En 3 Juan, Gayo es exhortado a ministrar a los santos “como es digno de su servicio” o de una manera digna de Dios. Es decir, debía mostrar hospitalidad hacia ellos como si fuera Dios Mismo que hubiera venido de visita. De la manera en que trataríamos al Salvador, deberíamos tratar también a los santos. Son dignos de ese trato por causa de Cristo.

El Señor no quiere que olvidemos nunca QUIENES SOMOS EN CRISTO. Nunca olvidemos que somos SANTOS (Rom.1:7). Dios nos ha santificado en Cristo Jesús (1 Co.6:11). Nosotros somos Sus SANTOS, que han sido apartados para servir al Dios vivo. Vivamos santamente. No traigamos vergüenza sobre el Nombre de Aquel que nos apartó para sí mismo.

Pablo instruye a los creyentes romanos que “ayuden” a Febe. Lo que significa “prestarle auxilio” (Thayer), “proveer”, “preparar” (ver Hechos 23:24) cualquier cosa que necesitara. ¿Por qué debían asistirla? Porque ella ayudaba y asistía a muchos, incluso a Pablo. Los que ayudan, merecen ser ayudados. Los que asisten a otros, merecen ser asistidos. Es apropiado y corresponde asistir al que ayuda. No se nos dice exactamente qué hacía Febe para ayudar a Pablo y a muchos otros. Pero piensa en las incontables personas que a través de los siglos han sido ayudadas y bendecidas espiritualmente por la epístola de Pablo a los Romanos. Al entregar esta epístola, Febe, en verdad, ha “ayudado a muchos”.

Romanos 16:3-4

Es interesante que Priscila, la esposa, es mencionada por Pablo antes que Aquila, su esposo. Considera la siguiente información que provee el Nuevo Testamento acerca de este notable equipo marido/esposa:

  1. Aquila y Priscila eran activos. Ellos eran, en buena manera, diligentes y hacendosos. Ellos hacían tiendas (Hechos 18:2-3) y trabajaban duro en su oficio. Debemos tomar nota que Aquila era judío (Hechos 18:2). Aunque Pablo conoció a estos dos creyentes en Corintio, ellos eran originalmente de Roma (Hechos 18:2).
  2. Ellos eran hospitalarios (Hechos 18:3). Ellos abrieron su hogar al Apóstol Pablo, que también fabricaba tiendas. Ellos no sólo abrieron su hogar a Pablo, sino también sus corazones.
  3. Ellos eran enseñables (dispuestos a aprender). Aquila y Priscila probablemente se convirtieron bajo el ministerio de Pablo. No hay registro de que ellos hubiesen sido salvos antes de su encuentro con Pablo en Hechos 18. Ellos no sólo recibieron a Pablo en su hogar, sino también recibieron al Cristo de Pablo en sus corazones. Ellos recibieron con anhelo y buena disposición y gozo el mensaje que Pablo predicaba. Ellos eran discípulos de Pablo. Ellos absorbían la doctrina y la verdad que el Apóstol les entregaba.
  4. Ellos se orientaban por la Biblia (Hechos 18:24-26). Ellos no solo estaban dispuestos a ser enseñados, sino también eran capaces de enseñar a otros. Apolos era un gran predicador que era muy versado en la Escrituras del Antiguo Testamento, pero ignoraba los hechos esenciales del evangelio (y era débil en la verdad dispensacional). Teniendo una piadosa preocupación por este hombre, Aquila y Priscila tomaron aparte a Apolos y le expusieron más exactamente el camino de Dios. Es posible que Priscila tomara el liderazgo en estas sesiones con Apolo, porque en algunos manuscritos su nombre es mencionado primero (ver Hechos 18:26). Algunas mujeres son más capacitadas para explicar la doctrina bíblica que sus maridos, y para decir verdad, es permisible que las mujeres tomen la delantera (aunque ciertamente no deben enseñar en la iglesia local). Ella conocía la Palabra de Dios y era capaz de tratar esta clase de materias doctrinales. Esta pareja de marido y mujer estaba bien versada en la verdad de Dios y podía ministrar a otros esa verdad.
  5. Ellos tenían solicitud por la iglesia local (1 Co.16:19 y Rom.16:5). Ambos pasajes mencionan la iglesia que estaba en su casa (tanto en Roma como en Efeso). Su hogar era un lugar de reunión para los creyentes – un lugar de adoración, canto, predicación, compañerismo, oración y partimiento del pan.
  6. Ellos eran un equipo de marido y mujer. El nombre de Priscila se menciona seis veces en el Nuevo Testamento y en cada lugar también se menciona el nombre de su marido. Ella siempre es mencionada junto con él. Esto indica que había armonía en su relación y una unidad de propósito. Ella trabajaba junto con su marido, no en contra de él. Ellos trabajaban como un equipo en el servicio del Rey.
  7. Ellos eran solícitos para con los hombres de Dios dotados (Rom.16:3). En este versículo ellos son descritos como los “ayudantes” de Pablo (literalmente como “colaboradores”). Cuando Pablo recordó a Priscila y Aquila, él podía decir, “estos queridos creyentes son mis ayudantes, mis colaboradores”. ¿Puede decir tu Pastor lo mismo de ti? ¿Qué clase de relación tienes con los hombres dotados por Dios (comparar Ef.4:11)? ¿Eres una ayuda o un obstáculo para tu Pastor? ¿Estás trabajando con él o en contra de él? ¿Te ve él como un factor positivo o como un factor negativo? Ciertamente, Pablo consideraba a esta pareja de marido y mujer como un gran factor positivo para su ministerio y servicio para Cristo.
  8. Ellos eran valerosos (Rom.16:4). Aparentemente, Pablo debía su vida a este valiente equipo marido-mujer. No se nos da detalle alguno, pero de algún modo, ellos arriesgaron y expusieron sus vidas por causa de Pablo. Ellos expusieron sus propias cabezas para salvar la vida de Pablo, y como resultado, Pablo y todas las iglesias de los gentiles estaban en deuda de gratitud para con ellos. Pablo era el apóstol especial de Dios para los gentiles y si Priscila y Aquila no hubiesen intervenido, Pablo podría haber muerto y su ministerio a los gentiles podría haber llegado a un abrupto final. Priscila y Aquila manifestaron un genuino amor por Pablo en el espíritu de 1 Juan 3:16. Cualquiera fuese el incidente al cual se refería Pablo, es posible que Priscila tuviera el rol más importante en vista de que su nombre es mencionado primero en Romanos 16:3. Esto nos lleva al próximo punto.
  9. Priscila era sumisa pero no oprimida. En las seis referencias del Nuevo Testamento en que se menciona esta pareja marido/mujer, el nombre de Priscila viene primero en tres de estos lugares (algunos dirían que esto es cierto en cuatro de esos seis lugares, por una variación textual en Hechos 18:26). Como la costumbre era mencionar primero el nombre del marido, ¿por qué se menciona primero el nombre de Priscila en estos pasajes? No se nos da la razón de ello y solo podemos suponer. ¿Era porque ella era la más enérgica de los dos? ¿Tenía ella un carácter más fuerte? ¿Tenía ella un celo superior? ¿Tenía ella más habilidad en ciertas áreas? ¿Tuvo un rol más significativo al arriesgar su cabeza por Pablo? Sin tratar de hablar donde las Escrituras callan, podemos decir lo siguiente:

Ella no era una mujer oprimida. Ella parece haber tenido dones o habilidades especiales o una devoción a Cristo única que la capacitaban de tal modo para sobrepasar a su marido en algunas áreas, como para merecer un reconocimiento especial de Pablo.

Ella era sumisa. En los seis pasajes en que ella es mencionada en el Nuevo Testamento (por Lucas y Pablo), nunca se implica que ella estuviera de alguna manera fuera de línea. Ella nunca es censurada, sino recomendada. Siempre se la menciona en conjunto con su marido. Ella era una mujer sumisa.

  1. Ellos fueron consistentes y fieles hasta el final (2 Timoteo 4:19). Esta es la última carta de Pablo, escrita como 14 años después de que Pablo se encontrara por primera vez con Aquila y Priscila. Ellos eran creyentes fieles. En ninguno de los escritos de Pablo o Lucas se dice nada  negativo de estos dos creyentes. Hasta donde indican los registros, entre Pablo y Aquila/Priscila siempre había armonía. Pablo nunca tuvo que decir de ellos lo que dijo de Demas (2 Ti.4:10). ¿Qué de ti? ¿En qué condición espiritual estarás en catorce años más? ¡Que no perdamos nuestro primer amor y que no perdamos el gozo de nuestra salvación!

Romanos 16:5

Pablo envió saludos a la iglesia que estaba en la casa de Aquila y Priscila. Esto nos lleva a la interesante cuestión de las “iglesias hogareñas”. En el primer siglo no había edificios para iglesias como los conocemos hoy. Los creyentes se reunían donde podían – en hogares, en el campo (comparar Hechos 16:13 donde vemos que los judíos se reunían junto al río), en las catacumbas, etc. Ellos tenían la promesa de Cristo, “Porque donde están dos o tres congregados en Mi Nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mateo 18:20). El transporte tampoco era tan fácil como hoy en día. Hoy podemos viajar de un extremo al otro de una gran ciudad sin mayor problema, pero en el primer siglo, cuando la mayor parte de los viajes se hacían a pie, esto no era tan fácil.

Los siguientes pasajes son significativos cuando se trata de “iglesias hogareñas”:

Cuando Aquila y Priscila vivían en Efeso, se hace mención de “la iglesia que está en su casa” (1 Corintios 16:19).

En Romanos 16:14 Pablo saluda a varios creyentes y luego hace mención de “los hermanos que están con ellos”. En Romanos 16:15 Pablo saluda a varios creyentes y luego menciona a “los santos que están con ellos”. ¿Podría esto indicar dos localidades adicionales donde acostumbraban reunirse los creyentes?

En Hechos 12:12 leemos que “muchos estaban reunidos orando” en la casa de María, la madre de Juan Marcos.

La casa de Lidia era usada como un lugar de reuniones para los creyentes (Hechos 16:15, 40).

En Laodicea había una iglesia hogareña cuyo anfitrión era Ninfas (saludos a “la iglesia que está en su casa”—Colosenses 4:15).

En Filemón 2 leemos, “y a la amada hermana Apia, y a Arquito nuestro hermano de milicia, y a la iglesia que está en tu casa”.

Aunque los creyentes se reunían en diferentes lugares, es importante recordar que en el designio de Dios, cada ciudad grande no tenía más que una iglesia. Así en la ciudad de Roma no había varias iglesias; había una iglesia. Cada ciudad tenía solamente una iglesia. Por ejemplo, en 1 Corintios 1:2 leemos sobre “la IGLESIA (singular) de Dios que está en Corintio”. Corintio era una ciudad grande, pero tenía una sola iglesia. En Apocalipsis 2:1 leemos de “la IGLESIA (singular) de Efeso”. Efeso también era una ciudad grande, pero había una sola iglesia, aunque sabemos que había al menos una “iglesia hogareña” en esa ciudad (ver 1 Corintios 16:19). Y aunque estemos de acuerdo en que los creyentes de Corinto puedan haberse reunido en diferentes hogares, había ocasiones en que “TODA LA IGLESIA” se reunía “EN UN LUGAR” (ver 1 Corintios 14:23 y 11:20).

Hoy día, a pesar de tener un sistema de transporte superior, justificamos el tener más de una iglesia en una ciudad por el tamaño y la población de la ciudad. “Una iglesia no podría alcanzar a toda esta gente. En esta ciudad hay lugar para varias iglesias”. En vista de esto, es interesante considerar la población estimada de algunas ciudades que eran importantes en los tiempos del Nuevo Testamento:

JERUSALÉN

Josefo declara que en el tiempo de la Pascua (cuando había miles y miles de peregrinos y visitantes) había 2.700.000 personas en esta ciudad. La International Standard Bible Encyclopedia dice que para el año 70 D.C. la población de Jerusalén podría haber consistido de 250.000 (probablemente menos) habitantes. Sería bastante seguro decir que había al menos 100.000 habitantes.

¿Cuántos creyentes había en la iglesia de Jerusalén (ver Hechos 2:41; 4:4; 5:14)? ¿Cuántas iglesias había en Jerusalén (Hechos 15:4)?

ROMA

“Anteriormente se estimaba que en el primer siglo la población de Roma ascendía a entre 1.200.000 y 2.000.000 de habitantes. Sin embargo, en 1941 se descubrió en Ostia una inscripción con estadísticas que indican que en el año 14 D.C., el año en que murió Augusto, la ciudad de Roma tenía una población de 4.100.000 habitantes” (Una Introducción al Nuevo Testamento, D. Edmond Hiebert y ver Introducción  al Nuevo Testamento de Everett f. Harrison).

ALEJANDRÍA

Alejandría era la segunda ciudad más grande del Imperio Romano y contenía tres grandes grupos: egipcios, judíos y griegos. De acuerdo con la Encyclopedia Schaff-Herzog, “al comienzo de la era cristiana había 300.000 hombres libres en la ciudad de Alejandría”. La World Book Encyclopedia dice que, en su momento culmine, esta ciudad puede haber tenido una población de 1.000.000 de habitantes.

EFESO

Había una sola iglesia en esta gran ciudad (Ap.2:1). Su población era tan grande que en el segundo siglo rivalizaba con Alejandría en cuanto a la población.

ANTIOQUÍA

¿Cuántas iglesias había en esta ciudad (Hechos 14:26-27)? Esta también era una de las ciudades más grandes del Imperio. Su población también consistía de una multitud diversa. De acuerdo con la Schaff-Herzog Encyclopedia su población, en tiempos del Nuevo Testamento, era de 500.000 (medio millón).

TESALÓNICA

¿Cuántas iglesias locales se encontraban en esta ciudad (1 Ts.1:1)? En los días de Pablo, esta ciudad puede haber tenido como 200.000 personas (ver Introducción al Nuevo Testamento de Everett F. Harrison, p.260).

CORINTO

Esta gran ciudad comercial tenía una sola iglesia (1 Co. 1:2). La ciudad era heterogénea (una mezcla de todo). La gente se atestaba allí para ganar dinero y gastarlo. Empresas y negocios comunes y libertinaje común eran el único lazo que mantenía unida a la gente. Era la ciudad de pecado e inmoralidad y su población puede haber llegado a los 700.000 (la mayoría la estima en medio millón de personas). La Zondervan Pictorial Encyclopedia dice que había como 200.000 hombres libres y 500.000 esclavos.

Observaciones: Estas eran ciudades muy grandes aun en términos de estadísticas de población modernas, sin embargo, había una sola iglesia en cada ciudad. Hoy día estamos lejos del modelo del Nuevo Testamento. El Señor predijo que esto sería así en la parábola de la semilla de mostaza (Mateo 13:31-32). Del Cristianismo creció un sistema religioso monstruoso, anormal, insólito, horrible que ha llegado a llamarse “Cristiandad”. El diablo ha tenido éxito en corromper, complicar, confundir y desordenar lo que alguna vez fue un claro testimonio. Ha creado un caos.

Romanos 16:5 – Epeneto

Pablo se gozó en una cosecha de almas mientras ministraba en Asia. El primer fruto de esa cosecha (el primer convertido) fue Epeneto, un creyente que fue cercano al corazón de Pablo. La Biblia dice “Acaya”, pero el manuscrito griego apoya más bien que debemos leer “Asia”. Asia se refiere a Asia Menor (la Turquía moderna), el área donde estaba localizada Efeso (como también las otras ciudades mencionadas en Apocalipsis 2-3).

Pablo menciona a Epeneto después de haber mencionado a Aquila y Priscila, quienes también trabajaron en Asia, específicamente en Efeso, una de las principales ciudades de Asia (1 Co. 16:9). Como ha señalado William Hendricksen, “Es fácil imaginar que cuando Pablo o alguno de sus colaboradores, como Priscila y Aquila, contemplaban la tremenda expansión del Cristianismo en y alrededor de la provincia Romana de Asia, ellos debieron haber dicho, ‘y todo comenzó con Epeneto; él fue las primicias'” (Romanos Capítulos 9-16, p. 503). Pablo ciertamente recordaba con gozo las primicias en Macedonia (en realidad, las primicias de Europa), que fue una mujer llamado Lidia, cuyo corazón había abierto el Señor (Hechos 16:14). Siempre es un gozo mirar hacia el pasado y recordar a la primera persona que fue salva en cierto lugar, sabiendo que Dios, que comenzó esa buena obra, también la continuará. En una cosecha, las “primicias” son el comienzo e indican que vendrá mucho más fruto. Ese fue ciertamente el caso en Asia (ver Hechos 19:10-20). ¿Tienes en afectuosa memoria a la primera persona que guiaste al Señor? ¿Otros la han seguido?

Romanos 16:6 – María

Poco se nos dice de María, excepto que ella “trabajó mucho” para Pablo y sus compañeros (o para la iglesia de Roma, si aceptamos la variante de “vosotros”). El significado del término griego es que ella trabajó mucho y se afanó diligentemente, hasta el agotamiento y la extenuación. Muchos creyentes trabajan muy duro por la causa de Cristo y esto muchas veces pasa inadvertido, desapercibido y es ignorado por los hombres. Pero Dios ciertamente toma nota (ver Hebreos 6:10). Que nosotros demos nuestro todo por el Salvador y Su obra: “Levántense, hombres de Dios, olviden las cosas poco importantes; den su corazón y su alma y su mente y sus fuerzas para servir al Rey de Reyes”.

María (Miriam) era un nombre muy común en el Nuevo Testamento y varias mujeres diferentes tenían este nombre:

  1. María, la madre de Cristo (Mateo 1:16).
  2. María Magdalena (Lucas 8:2)
  3. María, la madre de Juan Marcos (Hechos 12:12)
  4. María de Betania, la hermana de Marta (Lucas 10:42)
  5. María, la mujer de Cleofas (Juan 19:25; nótese que en este versículo, tres de las cuatro mujeres mencionadas tenían el nombre “María”).
  6. María, que es mencionada en Romanos 16:6.

Romanos 16:7

Hay alguna incertidumbre si acaso el segundo nombre representa a un hombre (Junias) o a una mujer (Junia). Depende de cómo es acentuado el nombre. Si esta persona era una mujer, es posible que Andrónico y Junia fueran marido y mujer. Pablo nos dice cuatro hechos interesantes sobre estos dos creyentes:

  1. Ellos eran “parientes” de Pablo. Esta palabra se usa a veces para parientes sanguíneos cercanos, como en Marcos 6:4; Lucas 1:36 (Elisabeth, “parienta de María”), Lucas 1:58; Lucas 2:44; Lucas 14:12; Lucas 21:16; Juan 18:26 y Hechos 10:24. En Romanos 9:3 Pablo usa este término en un sentido más amplio al referirse a todos los israelitas como sus “parientes según la carne”. En Romanos 16 Pablo usa este término tres veces (ver versículos 7,11,21) y nombra a seis personas como sus parientes. ¿Significa esto que estas personas eran israelitas, relacionados unos con otros como lo eran todos los judíos, o está indicando Pablo un parentesco más cercano? Parece inusual que Pablo (originalmente de Tarso) tuviera seis parientes cercanos en Roma que fueran todos creyentes, de modo que es mejor entender este término en un sentido más amplio. Pablo no saludaba a todos los judíos como sus “parientes”, porque en el versículo 3, Priscila y Aquila son judíos, pero Pablo no los llama sus “parientes”. Si el término aquí se refiere al hecho de que esas seis personas son israelitas, entonces es interesante que cuando Pablo saluda a la iglesia, él hace mención especial de algunos israelitas que estaban en la iglesia. Esto puede tener relación con Gálatas 6:16, donde Pablo hace una mención especial de un grupo que él llama “el Israel de Dios” (el Israel que pertenece a Dios). El “Israel de Dios” no se refiere a creyentes gentiles (los gentiles nunca son llamados israelitas en las Escrituras), sino a creyentes judíos que son judíos “interiormente” (Romanos 1:28-29).
  2. Ellos eran “compañeros de prisiones” de Pablo. El libro de Romanos fue escrito antes del primer y segundo encarcelamiento de Pablo en Roma, pero de acuerdo con 2 Corintios 6:5 y 11:23, Pablo estuvo a menudo en prisión y Andrónico y Junia tienen que haber compartido la aflicción de Pablo durante uno de esos encarcelamientos.
  3. Ellos eran “muy estimados entre los apóstoles”. Esto puede entenderse en una de dos maneras: 1) ellos eran apóstoles de reputación especial, es decir, se destacaban entre los apóstoles. Si este es el significado de Pablo, entonces está usando el término “apóstol” en un sentido no técnico, o sea, de cualquiera que es enviado en una misión; 2) Los apóstoles tomaron nota de ellos. Este es el significado más probable. Puesto que estos dos creyentes  vinieron a Cristo antes que Pablo (ver punto #4), ellos probablemente eran de la cercanía de Jerusalén y eran conocidos por los apóstoles y tenían un excelente testimonio delante de ellos.
  4. Ellos fueron “en Cristo” antes que Pablo. Ellos vinieron a Cristo antes que Pablo, antes de Hechos capítulo 9. En años espirituales, ellos eran mayores que Pablo. Este interesante punto es significativo para entender cuando comenzó la iglesia. Si estar “en Cristo” tiene el significado técnico que se encuentra en Gálatas 3:27-28 (estar “en Cristo”= estar en la iglesia), entonces, de acuerdo con Romanos 16:7, la iglesia tiene que haber comenzado antes de Hechos 9. Esto también lo sabemos por los versículos que hablan de Pablo persiguiendo a “la iglesia” (1 Co.15:9; Fil.3:6; Gá.1:13). Esto agrega apoyo al hecho de que la iglesia empezó en Hechos capítulo 2 (Pentecostés) y niega la noción ultradispensacionalista de que la iglesia empezó en Hechos 13 (como dicen algunos) o en Hechos 28 (como dicen otros). Debemos notar también que si “estar en Cristo” lleva el significado técnico de ser parte de Su iglesia, entonces 1 Tesalonicenses 4:16 (“los muertos en Cristo resucitarán primero”) indica que la resurrección que tendrá lugar en el rapto sólo incluye a los santos de la era de la iglesia y no incluye a los santos del Antiguo Testamento (como enseñaban algunos antiguos dispensacionalistas).

Romanos 16:8 – Amplias

De acuerdo con Hendricksen, el nombre Amplias era un nombre común entre los esclavos. Amplias era posiblemente un esclavo en la iglesia de Roma, pero era amado por Pablo. Los creyentes tienen un maravilloso vínculo en Cristo, sin importar su estado en la vida o su posición social. El evangelio pone a todos los creyentes al mismo nivel. Todos somos siervos de nuestro Amo, el Señor Jesucristo (Col. 3:23-24). Amplias puede haber sido un esclavo, pero para Pablo, él era un muy querido hermano en Cristo. En las iglesias del Nuevo Testamento el énfasis era sobre la espiritualidad del hombre y su andar con el Señor y no sobre su condición en la vida. Por ejemplo, en 1 Timoteo capítulo 3 un hombre no queda descalificado para ser anciano o diácono por ser un esclavo (no se menciona nada semejante). Esto abre el camino a la fascinante posibilidad de que un esclavo pueda ser un oficial en una asamblea local de creyentes y que su amo creyente tuviera que estar en sumisión a él en la asamblea; en cambio fuera de la asamblea, el esclavo creyente estaría sometido a su amo creyente. Uno recuerda los días de William Carey en la India cuando la gente estaba esclavizada por un estricto sistema de castas, pero cuando esta gente confiaba en Cristo como en su Salvador e ingresaban en la iglesia del Dios vivo, ellos disfrutaban de igual posición en Cristo, siendo coherederos de la gracia de la vida. “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gálatas 3:28).

Romanos 16:9 – Urbano y Estaquis

Ellos eran colaboradores (la misma palabra como en el v.3). Los creyentes trabajan juntos en el mismo equipo, teniendo la misma ambición (agradar a Cristo –2 Co.5:9) y teniendo la misma meta (la gloria de Dios –1 Co.10:31). Tal como los miembros de nuestro cuerpo se ayudan unos a otros, así es en el cuerpo de Cristo (1 Co.12:12, 20-27). Estaquis era amado por Pablo. Nótese cuán animadores son los saludos de Pablo en estos versículos. Estos creyentes romanos tenían ciertamente sus debilidades y sus fallas, pero Pablo los saluda con amor y “el amor es benigno y no hace nada indebido (1 Co. 13:4-5). Pablo no veía a estos creyentes como eran en sí mismos, sino como estando “en Cristo” (ver v.3, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13 y note las expresiones “en Cristo”  “en el Señor”).

Romanos 16:10

La palabra “aprobado” se encuentra en otras partes, como en Rom.14:18; 1 Co.11:19; 2 Co.10:18; 13:7 y 2 Ti. 2:15 (Timoteo debía hacer todo esfuerzo para presentarse a sí mismo “aprobado” por Dios, como obrero que no tiene de qué avergonzarse). También se encuentra en Santiago 1:12 – “Bienaventurado el varón que soporta la tentación (persevera en el conflicto); porque cuando (después que) haya resistido la prueba (fuera probado y aprobado), recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman”. Esta misma palabra, con el prefijo negativo (“desaprobado”), se encuentra en 1 Co.9:27 (“eliminado”) y significa “desaprobado, descalificado, rechazado” (ver también Rom.1:28; 2 Co.13:5, 6, 7; Tito 1:16; Hebreos 6:8; 2 Ti.3:8). Apeles era un creyente que había sido probado en pruebas y aflicciones y circunstancias adversas, pero él confió en el Señor y permaneció fiel a Cristo. Es de suma importancia cómo el creyente responde a las duras pruebas que Dios pone en su camino.

Algunos (Lightfoot, Hendricksen) han sugerido que Aristóbulo puede haber sido el nieto de Herodes el Grande (el hermano de Herodes Agripa I), si bien es difícil determinar si esto es realmente el caso. Si así fuese, Pablo estaría probablemente refiriéndose a esclavos de su casa que eran creyentes. Nunca debemos ser reticentes de encontrar creyentes aun en los lugares menos pensados. La familia de Herodes era una de las familias más impías de la historia de la humanidad, pero Dios puede hacer Su maravillosa obra de gracia aun dentro de las puertas y los muros de los incrédulos más infames. Es irónico que aún en nuestros días, la más celebrada y publicitada atea de la segunda mitad del siglo veinte tuviera un hijo que se hizo cristiano, muy a su pesar y disgusto.

Romanos 16:11 – Herodión, Narciso

Herodión era pariente de Pablo, lo cual probablemente indica que era judío (ver discusión bajo v.7). Debemos recordar también el cercano parentesco que, como “hermanos”, tienen todos los creyentes. No puede haber un pariente más cercano que un hermano. El nombre “Herodión” puede indicar alguna relación con la familia de Herodes. Hendricksen sugiere “asociado con” o “teniendo admiración por” la familia de Herodes. Murray sugiere que pertenecía a la familia o a la casa de Herodes. Quizás él también estaba relacionado con la casa de Aristóbulo (v.10).

El nombre “Narciso” nos recuerda a un joven mitológico, que era tan hermoso, que todas las niñas deseaban pertenecerle, pero él solo las evitaba. No quería a ninguna. Finalmente, una de las niñas, cuyo corazón él había herido, hizo la siguiente oración a los dioses, “Que el que no ama a otros, se ame a sí mismo”. La diosa Némesis concedió su petición. Cuando Narciso se inclinó sobre una límpida poza para beber y vio su propio reflejo, se enamoró inmediatamente de él. El ardía de amor por sí mismo y no podía dejar de contemplar su imagen. El permaneció allí, languideciendo lentamente hasta que murió. De modo que Narciso (narcisismo) ha llegado a ser un término que se refiere a AMOR A SÍ MISMO, un interés excesivo por la propia apariencia, bienestar, importancia, habilidades, etc. Lamentablemente, esta es una de las principales características de los últimos tiempos – “Porque habrá hombres amadores de sí mismos” (2 Ti.3:2).

Lightfoot sugiere que Narciso puede haber sido un rico y poderoso liberto que tenía una cercana relación con el Emperador Claudio, sirviendo como su secretario, y que, más tarde, fue ejecutado poco después que Nerón asumiera el trono. Si Aristóbulo estaba relacionado con la casa de Herodes (ver v.10), entonces podría haber sido un cercano aliado de Claudio. Estas dos posibilidades nos pueden ser de alguna ayuda para entender Filipenses 4:22 (“los santos… de la casa de César”), porque habría habido al menos dos casas dentro del palacio que tenían creyentes entre ellos.

Romanos 16:12 – Trifena, Trifosa y Pérsida —tres mujeres trabajadoras

Estas tres creyentes eran conocidas por su TRABAJO. La palabra significa trabajo arduo, aun hasta el punto del cansancio y agotamiento. El creyente debe aprender a DESCANSAR aun en medio del trabajo (Mateo 11:28). Estas tres mujeres trabajaron “en el Señor” y sabemos que nuestro trabajo en el Señor no es en vano (1 Co. 15:58). Nuestro trabajo debe ser “en el Señor” y también debe ser por amor a Su gran Nombre  (Ap.2:3), por causa de QUIÉN ES ÉL. AQUEL para quien trabajamos, es digno de nuestro mayor esfuerzo y energía. ÉL merece nada menos que lo mejor de nosotros. Si alguien trabajó, ese fue el Apóstol Pablo mismo: “Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he TRABAJADO más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo” (1 Co.15:10 y comparar Col.1:29; 2 Co.11:23). Este fue un TRABAJO motivado y capacitado por la gracia de Dios. Nuestra motivación para trabajar también debería ser el AMOR—amor por el Salvador y por los creyentes y por todos los hombres. Dios no es injusto como para olvidar ese trabajo de amor (Hebreos 6:10).

Trifena y Trifosa tenían nombres muy similares y quizás eran hermanas (a veces los padres dan a sus hijos nombres que suenan parecidos o que en alguna manera son similares (Ruth y Raquel, Maricarmen y Marisol, etc.). El trabajo de Pérsida es descrito en tiempo pasado, lo cual es inusual (el trabajo de las primeras dos mujeres es descrito en tiempo presente). Hendricksen ofrece una posible explicación: “La distinción en el tiempo del verbo, ¿indicaría que la fragilidad, relacionada con la edad, había alcanzado a Pérsida, de modo que ya no estaba en condiciones de trabajar tan diligentemente como antes? Si fuese así, Pablo se preocupa de que su trabajo anterior no pase al olvido. Es una lección que todos debemos recordar”. Pablo era cuidadoso al referirse a una santa femenina. En el v.9, él se dirige a Estaquis (un hombre) como “amado mío”, pero se refiere a Pérsida como “la amada”. Es importante ser cuidadoso en estas cosas, no sea que un hombre dé la impresión de ser demasiado familiar con una mujer.

Romanos 16:13 – Rufo y su madre

Es posible que aquí Pablo esté enviando saludos al mismo “Rufo” que es mencionado en Marcos 15:21, el hijo de Simón, el hombre que llevó la cruz de nuestro Señor. El “Rufo” mencionado en Marcos 15:21 tenía un hermano llamado Alejandro. Pablo describe a la madre de Rufo como “su madre y la mía”. Había un sentido en que Pablo llamaba a la madre de Rufo como su madre, recordándonos Marcos 10:29-30. Sin duda que ella tuvo ocasión de cuidar de Pablo como si fuera su propio hijo. Cuando somos salvos y llegamos a ser miembros de la familia de Dios (Juan 1:12), pronto descubrimos que tenemos muchos hermanos y hermanas y madres y padres. Los hijos de Dios, comprados con sangre, tienen una relación única unos con otros. “Que las madres cristianas encuentren aquí un campo inmenso para desarrollar ese prodigioso corazón de instintivo cuidado amoroso dado por Dios a las madres, para que extiendan su solicitud maternal más allá del círculo de su propia familia, a todos los cristianos y especialmente a todos los que trabajan por Cristo. ¡El Señor lo tendrá presente en Su venida! (Newell).

Todos los creyentes son “escogidos en el Señor”. Todos somos los elegidos de Dios (ver Col.3:12; Rom.8:33; 2 Ti.2:10; 1 Pedro 1:2; 2:9 donde se usa esta misma palabra). Comparar también Efesios 1:4. Algunos piensan que este término es usado aquí en un sentido especial, que significa que Rufo era un creyente “selecto” (un creyente excepcional que tenía alguna eminencia). Thayer dice que puede tener el significado de “preferente, selecto, es decir, lo mejor de su clase, excelente, preeminente”. Pero si Rufo era un creyente tan excepcional y preeminente, ¿por qué es mencionado solamente aquí y en ninguna otra parte de las Escrituras? (Aquila y Priscila, por ejemplo, son mencionados varias veces en el Nuevo Testamento). De modo que es posible que Pablo usara la expresión “escogido en el Señor” en su sentido normal y común. Quizás estaba tratando de animar el corazón de Rufo recordándole el glorioso hecho de su elección, un hecho que debiera provocar mucha gratitud en el corazón de todo creyente (2 Ts.2:13). Quizás Rufo llegó a ser salvo de una manera muy notable, habiendo sido una persona que parecía poco probable que jamás viniera a Cristo. Todos conocemos personas que, desde un punto de vista humano, parecen candidatos imposibles para ser salvos: “¡Ese hombre nunca será salvo!” Pero Dios, que convirtió a Saulo de Tarso, puede sorprendernos maravillosamente. “Rufo, no olvides nunca la maravillosa obra de Dios de llamarte y escogerte y atraerte a Sí Mismo. ¡Tu eres un trofeo de la gracia soberana y salvadora de Dios!”

Romanos 16:14-15 –Diez creyentes

Cinco creyentes son saludados por nombre en el v.14 y se hace mención de los “hermanos que están con ellos”. Cinco creyentes son mencionados en el v.15 como también los “santos que están con ellos”. Ver nuestro comentario en cuanto a las “iglesias hogareñas” bajo Romanos 16:5. Nereo puede haber sido un instrumento en la salvación de dos Romanos famosos. En el año 95 D.C. Roma estuvo conmocionada cuando dos distinguidos ciudadanos Romanos fueron condenados a muerte por ser creyentes cristianos: Flavio Clemente y su esposa Domatilla (ella era la nieta de Vespasiano, un Emperador anterior y era la sobrina de Domiciano, el Emperador reinante). Flavio fue ejecutado y su esposa fue exiliada a una isla. Flavio y su mujer tenían un sirviente doméstico llamado Nereo (ver v.15). Nereo era un nombre común, pero si el sirviente doméstico de Flavio era el mismo hombre al cual se estaba refiriendo Pablo, entonces es probable que Nereo tuviera influencia en la salvación de estas dos personas eminentes.

Romanos 16:16 - El Ósculo Santo

En la iglesia primitiva había un parentesco único entre los creyentes: “Saludaos los unos a los otros con ósculo santo (beso santo)”. También había una relación única entre las asambleas de creyentes: “Las iglesias de Cristo os saludan”. Los creyentes tenían una relación especial los unos con los otros y las asambleas tenían una relación especial las unas con las otras, todo por causa de Jesucristo.

En el Nuevo Testamento el término ÓSCULO es mencionado cinco veces en conexión con saludos. Cuatro veces Pablo habla de “un ósculo santo” (Rom.16:16; 1 Co.16:20; 2 Co.13:12; 1 Ts. 5:26) y Pedro habla una vez de “un ósculo de amor” (1 Pedro 5:14). El Señor Jesús habló de esta costumbre cuando reprendió suavemente a Simón el Fariseo: “No me diste beso” (Lucas 7:45). Cuando Pablo se despidió de los efesios, ellos “echándose al cuello de Pablo, le besaban” (Hechos 20:37 y comparar la bienvenida del hijo pródigo en Lucas 15:20). La costumbre era besar en la frente o en la mejilla, no en los labios (no era en manera alguna un beso sensual, erótico o romántico). Puesto que Pablo los exhortaba a “saludarse” con este beso, ¿puede ser que el saludo se extendía a todos los creyentes, y no sólo a los miembros del mismo sexo (comparar Génesis 29:11, donde Jacob besó a Raquel, que no era un beso romántico sino un beso afectuoso entre parientes)? Sin embargo, hay algunos que piensan que esta costumbre solo se aplica a miembros del mismo sexo – hombres besando a hombres y mujeres besando a mujeres (ver The Internacional Standard Bible Encyclopedia, p.1814). Era un “beso santo”, indicando que Dios estaba involucrado y que Dios se agradaba de esta tierna y afectuosa demostración de amor entre creyentes: “nunca debería afectar a menos que a tres partes: Dios y los dos que se están besando. El beso santo simboliza el amor de Cristo compartido mutuamente” (Hendricksen).

En nuestra sociedad y en la mayoría de las sociedades de hoy, un cálido y afectuoso saludo se expresa de otras maneras que con un beso. Un cálido y afectuoso “apretón de manos santo” sería ciertamente un sustituto que honra a Dios, para lo que hacían los cristianos del primer siglo, y si de “saludarnos unos a otros” se trata, no debe negarse la mano, aunque sea ofrecida por un miembro del sexo opuesto. Somos hermanos y hermanas en Cristo y debemos procurar amarnos unos a otros entrañablemente de CORAZÓN PURO (1 Pedro 1:22).

Hay ocasiones en que los creyentes tratan de obedecer la “letra de la ley”, y al hacerlo, desobedecen el “espíritu de la ley”. Esto podría suceder con el “beso santo”. Hay algunas iglesias en América que tratan de practicar esta costumbre, pensando que es bíblica. Sin embargo, los que han sido testigos de ésto, informan que tal saludo es cualquier cosa, menos cálido y afectuoso.

Besar a otros creyentes es tan extraño a nuestras costumbres, que hacemos los gestos respectivos, pero pierden toda calidez y afecto. De modo que al guardar la letra de la ley, hemos perdido el espíritu de la ley. Es mucho mejor perder la letra de la ley reemplazando el beso por un cordial apretón de manos y así cumplir con el espíritu de la ley (un saludo cálido y afectuoso). Los creyentes que viven en países en los cuales esta clase de beso se practica, están en mejores condiciones para cumplir tanto con la letra como con el espíritu de la ley.

“Las iglesias de Cristo” envían sus saludos a la iglesia de Cristo que está en Roma. Las iglesias del primer siglo tenían un vínculo y una unidad que ya no encontramos entre las iglesias hoy en día. Esto era así, porque las iglesias del primer siglo tenían en común lo siguiente:

IGUAL ENSEÑANZA “como enseño en todas partes y en todas las iglesias” (1 Co.4:17)

IGUAL PRÁCTICA “como el Señor llamó a cada uno, así haga; esto ordeno en todas las iglesias” (1 Co.7:17).

IGUAL COSTUMBRE “pero si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios” (1 Co. 11:16).

IGUAL ORDEN “Pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos” (1 Co. 14:33).

Hoy hay un grupo de Iglesias llamado “LA IGLESIA DE CRISTO” que asegura basar sus prácticas y su doctrina solamente en la autoridad de las Escrituras del Nuevo Testamento. Lamentablemente, este grupo de iglesias promueve serios errores en al menos dos puntos: 1) Ellos enseñan la regeneración bautismal, que una persona no puede ser salva y que no puede tener sus pecados perdonados hasta que haya sido bautizada en agua; 2) Ellos enseñan que un creyente en Cristo puede perder su salvación.

Romanos 16:17-18 - Un Llamado a la Separación

En este punto del texto tenemos un abrupto quiebre en la corriente del pensamiento. Pablo había estado dando una serie de saludos a los creyentes que vivían en Roma. Luego, de pronto, él se detiene, como si recordara algo muy urgente que tenía que compartir con estos creyentes, para su propia seguridad y protección. Nos recuerda a Judas cuando está escribiendo con toda diligencia sobre la común salvación, pero que repentinamente cambia de tema, porque de improviso fue empujado a exhortar a la gente a contender ardientemente por la fe que ha sido dada una vez a los santos y de guardarse de los falsos maestros (Judas 3 y siguientes).

En estos versículos Pablo expresa una advertencia y exhortación final en cuanto a los falsos maestros, en los cuales él enuncia dos maneras en que los creyentes pueden protegerse contra los falsos maestros. La primera es por SEPARACIÓN (v.17) y la segunda es por PENETRACIÓN (v.18).

SEPARACIÓN (Versículo 17)

La primera manera en que podemos protegernos contra los falsos maestros es por SEPARACIÓN. Este versículo está estructurado alrededor de dos mandamientos. La separación bíblica sólo puede llevarse a cabo obedeciendo estos dos mandamientos. El primer mandamiento es un mandato a identificar: FÍJENSE. Es imposible separarse de un falso maestro si no sabes quién es. Tiene que ser identificado por lo que realmente es. Este mandamiento es dado a los “hermanos” de Roma, no solamente a los ancianos de Roma y no solamente a la directiva de esta asamblea local. Cada creyente debe tener esta clase de discernimiento. Pablo estaba diciendo, “Asegúrense de reconocerlos y de identificarlos. Tienen que estar constantemente en guardia contra aquellos que pueden promover falsas doctrinas” (compare la advertencia que Pablo dio a los ancianos de Efeso en Hechos 20:29-31).

Luego Pablo da alguna ayuda para identificar a esos falsos maestros, describiéndolos como aquellos que “causan división y tropiezos”. Los que son fieles a la Palabra de Dios y en buena manera de “mente estrecha” (la Biblia es un libro muy estrecho, comparar Mateo 7:13-14), son acusados de ser DIVISIVOS. “Ustedes, los separatistas, están siempre dividiendo el cuerpo de Cristo. ¿Por qué no son más amorosos y menos dogmáticos en cuanto a lo que creen?” Etc. Pablo nos recuerda quienes son realmente los que causan  división: los que van en contra de la doctrina que había sido transmitida. En otras palabras, los que causan división son los que rehúsan permanecer en obediencia y fidelidad a la Palabra escrita de Dios, desde Génesis hasta Apocalipsis. Los que se apartan de ese seguro fundamento son los que, desde la perspectiva de Dios, causan división. Ellos no deberían haberse movido del sólido fundamento de la roca de la verdad.

Estos falsos maestros causan divisiones y tropiezos contrarios a la doctrina (enseñanza) que habían recibido los creyentes romanos. Esta preposición para (contraria) se traduce normalmente “a lo largo de”. El error trepa furtivamente alrededor de la verdad y camina en paralelo a ella. El error siempre se mueve muy cerca de la verdad y, sin embargo, no concuerda con la verdad. Se acerca a ella y es muy sutil. Pablo esperaba que los creyentes romanos conocieran lo suficientemente bien la doctrina como para discernir la verdad del error y fuesen así capaces de señalar e identificar a los falsos maestros. Ellos necesitan ser muy expertos para ver la diferencia entre lo que es falso y lo que es verdadero, aunque lo falso y lo verdadero puedan parecer muy similares. Uno de los problemas en muchas iglesias de hoy es que la gente no conoce suficiente doctrina como para poder reconocer a la persona cuya enseñanza es contraria a la sana doctrina.

Una vez que el falso maestro ha sido observado e identificado, ¿qué viene luego? Esto nos lleva al segundo mandamiento para la separación: EVÍTALOS. Esto significa literalmente, “apartarse de ellos”. Nótese que no debemos apartarnos solamente de sus enseñanzas, sino de ellos. Alva McClain lo dijo de esta manera, “Aléjate lo más posible de ellos”.

En cuanto a los que enseñan falsa doctrina, nótese lo que el Nuevo Testamento nos dice en otras partes:

Sea anatema (Gálatas 1:8-9)

A éstos evita (2 Timoteo 3:5)

Al herético, después de una o dos admoniciones, deséchalo (Tito 3:5)

Si alguno viene a vosotros y no trae esta doctrina, no lo recibáis… (2 Juan 10)

(Cada uno de estos pasajes debe ser estudiado en su contexto para que cada mandamiento pueda ser entendido correctamente y obedecido apropiadamente).

PENETRACIÓN (Versículo 18)

La penetración demandada en el v.18 es doble. Primero, está la penetración en sus motivos (“Porque los tales no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres”) y segundo, está la penetración en sus métodos (“y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos”).

La penetración en sus motivos: Debemos penetrar detrás de su mera profesión. Ellos profesan servir a Cristo, pero Pablo penetró en sus verdaderos motivos. El negó que ellos sirvieran a Cristo, sino discernió que ellos servían más bien a sus propios vientres. Esta era una manera muy fuerte de decir que ellos se estaban SIRVIENDO A SÍ MISMOS. La palabra “vientre” viene de una palabra que significa “hueco” y puede señalar toda la cavidad física (palabra que se usaba a menudo en el Nuevo Testamento para matriz). En Juan 7:38 simboliza metafóricamente la parte más interior del hombre (Vine). En Filipenses 3:18-19 Pablo usó este término para describir a los enemigos de Cristo: “cuyo dios es el vientre”. Hoy en día hay muchos que aseguran estar sirviendo a Cristo, pero están en realidad esforzándose por ganancia personal y fama. No les preocupa el Nombre y la reputación de Cristo. Ellos están sirviendo y agradándose a SÍ MISMOS y no a Dios.

La penetración en sus métodos: Ellos engañan los corazones de los ingenuos (literalmente “sin malicia”, inocentes, los que no sospechan). Estas víctimas son almas confiadas que no esperan nada malo. ¿Cómo engañan estos falsos maestros a estos ingenuos? Lo hacen con palabras suaves (palabras que parecen tan buenas, tan encomiables) y lisonjas (lenguaje halagador). Los falsos maestros realmente saben como comunicar. Es VENENO, pero servido en fuentes tan bellas. Ellos son conversadores muy pulidos. Tienen el don de hacer que el error parezca tan bueno. Recordamos las palabras de la serpiente en Génesis 3 que le parecieron tan buenas a Eva. Necesitamos penetrar y mirar más allá de su pulido y adulador lenguaje y discernir el silbido de la serpiente. Tales personas deben ser indicadas y evitadas.

Romanos 16:19

Después de dar una seria advertencia contra los falsos maestros no regenerados, Pablo amonesta a los romanos en cuanto a su responsabilidad hacia el bien y el mal. El destaca primero su fidelidad (ellos no habían sucumbido ante la enseñanza falsa): “vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos”. Ya hemos visto que los romanos eran famosos por su fe (Romanos 1:8). Donde hay fe, también habrá obediencia: “por fe Abraham….obedeció” (Hebreos 11:8). El mejor antídoto contra la enseñanza falsa es obedecer simplemente la Palabra de Dios (comparar Rom.6:17). Su obediencia causaba que Pablo estuviera contento y se gozara sobre ellos (comparar con el regocijo del apóstol Juan sobre los creyentes obedientes en 3 Juan 3-4). Los creyentes Romanos ocupaban un lugar crucial y estratégico en el corazón del imperio y sería trágico que su fe se corrompiera. Históricamente sabemos que con el tiempo esto sucedió. El sistema religioso más corrupto e influyente que jamás se desarrollara desde el cristianismo lleva el nombre “Romano”- la iglesia Católica romana.

El sincero deseo de Pablo para esos creyentes era que ellos fuesen “sabios para el bien e ingenuos para el mal”. Ser sabio para el bien comprende  “el constante estudio de la Palabra de verdad de Dios, y la cuidadosa observación y valoración de lo que es bueno en las vidas que nos rodean y en las vidas y obras que leemos. Pablo resume la idea en Filipenses 4:8” (Newell). Dios quiere que seamos estudiantes esmerados cuando se trata de lo que es bueno, quién es bueno y cómo ser bueno. Debemos estar comprobando constantemente cual sea esa buena voluntad de Dios (Rom.12:2), siguiendo siempre lo bueno (1 Ts.5.15; 1 Pedro 3:13), evitando siempre lo que no es bueno (1 Pedro 3:11) y abundando siempre en toda buena obra (2 Co. 9:8; Ef.2:10; 2 Ts.2:17; 2 Ti.3:17; Tito 3:1) llevando fruto en toda buena obra (Col.1:10).

Ser “ingenuo para el mal” tiene que significar, en cierto sentido, lo opuesto a “ser sabio para el bien”. No debemos ser sabios para el mal. Debemos ser ingenuos (inocentes, ignorantes) para el mal, en un buen sentido. No debemos inspeccionar el mal, en el sentido de ir y averiguar por experiencia y por investigaciones personales cuán podrido ha llegado a ser el sistema del mundo. Cuando se trata de conocimiento y entendimiento, debemos ser maduros y no como niños, pero cuando se trata de la malicia y maldad, debemos ser muy inmaduros e ignorantes (1 Co. 14:20).  Cuando hay un programa de televisión corrupto, el creyente no necesita verlo para descubrir por sí mismo lo malo que es, para poder advertir a otros. “Muchos cristianos razonan que ven películas y programas de televisión degradantes, porque dicen que deben estar familiarizados con los caminos del mundo para poder analizar mejor la cultura secular y estar mejor preparados para testificar a los mundanos. Pero no es necesario escarbar la basura para reconocerla por lo que es, y mientras más andamos alrededor de ella, tanto más se nos adhiere su hediondez. Mientras más estemos dispuestos a asociarnos con el mal, tanto más nos rebajará a su nivel” (MacArthur). Debemos “aborrecer lo malo” (Rom.12:9) y esquivarlo con horror y no tratar de acercarnos lo suficiente como para investigarlo. Como pecadores salvos por gracia, ya hemos estado lo suficientemente cerca del pecado. Nuestro objetivo ahora es alejarnos de él no más posible, “aborreciendo aun la ropa contaminada con su carne” (Judas 23).

La palabra “ingenuo” significa literalmente “sin mezcla, sencillo”. Viene de un verbo que significa “mezclar, combinar, mezclar vino y agua” con el prefijo negativo, de modo que “no mezclado, separado”. Significa sin “entremezclar el mal, libre de engaño, inocente, sencillo” (Thayer). Se usaba para vino no diluido con agua (vino puro) y de metal que no ha sido amortiguado (metal puro). Se usa en otros dos lugares en el Nuevo Testamento – 1) Filipenses 2:15, “para que seáis irreprensibles y sencillos hijos de Dios….en medio de una generación maligna y perversa”. 2) Mateo 10:16 –“sed prudentes como serpientes y sencillos como palomas” (nótese que aquí, tal como en Rom.16:19, la palabra se contrasta con la palabra “sabio”). En las Escrituras, la “paloma” parece ser un símbolo de pureza. Se usa en Cantar de los Cantares 6:9 como término paralelo a “inmaculado” y es un símbolo del Espíritu Santo en Mateo 3:16.

Romanos 16:20

En este versículo se da al creyente esa maravillosa promesa de que nuestra lucha con Satanás llegará pronto a su completo y total final, con Satanás totalmente vencido y con la gloriosa victoria que comparten los santos de Dios. Dios es el “Dios de paz” en el sentido de que ÉL solamente puede poner fin a la guerra con Satanás, lo cual resultará en paz para los santos (“paz” en el sentido de acabar con la guerra, libre de conflicto). Obviamente, el pueblo de Dios disfruta ahora de la paz de Dios (Juan 14:27), pero a la luz de la promesa de este versículo, Pablo estaba pensando probablemente en la paz final que el creyente tendrá con la derrota de Satanás.

Esta promesa se refiere directamente a Génesis 3:15, donde se nos dice que la simiente de la mujer (Cristo) heriría o aplastaría la cabeza de la serpiente (un golpe fatal), y que Satanás heriría o golpearía el calcañar de Cristo (la cruz del Calvario). Dios infligirá un aplastante golpe al archienemigo de nuestras almas, y nosotros participaremos de la victoria de Dios sobre Satanás. Los que son “coherederos” (Rom.8:17) también son “co-conquistadores”. El será aplastado “bajo vuestros pies”. Cuando los israelitas conquistaban a reyes enemigos, ellos simbolizaban su gran victoria poniendo sus pies sobre sus cuellos (Josué 10:24). Dios invita a Sus santos a celebrar Su victoria sobre Satanás.

¿Cuándo tendrá lugar esta gran derrota de Satanás? Sucederá “en breve, rápido, repentino, pronto”. Los creyentes son animados por el hecho de que la lucha, aunque difícil, no será larga. Podemos esperar que sea pronto. El tiempo de Satanás es corto y su derrota es segura.

Proféticamente sabemos que, a la mitad de la tribulación, Satanás será echado fuera del tercer cielo y que ejecutará su furia sobre la tierra, sabiendo que su tiempo es corto (Ap.12:12). Sabe que su destino está sellado. Tres años y medio después, será lanzado al abismo y en ese tiempo estará literalmente “bajo los pies” de los santos del milenio. Su último y final destino se describe en Apocalipsis 20:10 (y comparar Mateo 25:41).

Cuando Pablo escribió a los Romanos, Satanás, aunque derrotado en el Calvario, era aún un enemigo  formidable y activo, tal como también lo es hoy (1 Pedro 5:8-9; 1 Juan 4:4). Los creyentes del primer siglo, tal como los creyentes de hoy, están esperando ansiosamente el inminente regreso de Cristo (Tito 2:13; Rom.13:11; 1 Co.1:7; etc.). Sabemos que una vez que suceda este evento (lo que puede ser en cualquier momento), la derrota de Satanás seguirá prontamente. Es desde la perspectiva de la inminencia que podemos hablar de la derrota de Satanás como “pronto”. Los creyentes de cualquier período de la historia de la iglesia deberían animarse con el hecho del pronto regreso de Cristo y de la pronta derrota de Satanás.

Esta frase griega “pronto” o “en breve” también se encuentra en Apocalipsis 1:1 y 22:6—“las cosas que deben suceder pronto”. Hay quienes piensan hoy que el período de la tribulación no es futuro, sino que ya se ha cumplido en la historia o alrededor del tiempo de la destrucción de Jerusalén en el año 70 D.C. Ellos creen que la mayor parte de la profecía, incluso la mayoría de lo que se ha predicho en el libro de Apocalipsis, se cumplió en ese tiempo. Puesto que dice, “las cosas que han de suceder pronto”, ellos razonan que todas estas cosas tienen que haber sucedido en el primer siglo. Pero Romanos 16:20 sirve como argumento en contra de tal pensamiento. Obviamente, Satanás es un enemigo activo y peligroso en el día de hoy, y que aun no ha recibido su golpe aplastante y destructivo, aun cuando Pablo prometió hace como 2000 años que esto sucedería pronto. Sin embargo, desde la perspectiva de los creyentes de entonces y de ahora, puede anticiparse que este evento tendrá lugar “en breve”.

Escribí a Gary DeMar, un prominente autor, anti-dispensacionalista y defensor del punto de vista que dice que la mayoría de las profecías se cumplieron en el pasado o alrededor del año 70 D.C. Le pregunté simplemente cuando sería aplastado Satanás a la luz de Romanos 16:20. También le pregunté si él pensaba que esto ya había sucedido en el año 70 D.C. Aquí está su respuesta:

La principal referencia son los cristianos Romanos a quienes Pablo estaba escribiendo (“vuestros pies” no “sus pies”, es decir, no los pies de la gente que no estaba viva cuando Pablo escribió esta carta). El aplastamiento debía suceder “en breve”. “En breve” significa “en breve”. Puesto que ya han transcurrido como 2000 años, lo que sea que Pablo estuviese describiendo, es historia. Satanás se podría referir a los judíos apóstatas que en Apocalipsis se describen como una “sinagoga de Satanás” (Ap. 2:9; 3:9), los mismos que Jesús describe como relacionados con el diablo en Juan 8:44 (“vosotros sois de vuestro padre el diablo”). Los judíos fueron quienes “mataron tanto al Señor Jesús como a los profetas y nos expulsaron”, escribe Pablo. “Ellos no agradan a Dios, y se oponen a todos los hombres, impidiéndoles hablar a los gentiles para que estos se salven; así colman ellos siempre la medida de sus pecados, pues vino sobre ellos ira hasta el extremo” (1 Ts.2:14-16). Esta “ira” puede haber sido la metáfora del aplastamiento a la que Pablo se refiere (21.05.01)

Nótese que DeMar, al tratar de interpretar “en breve” literalmente, está obligado a interpretar el versículo en una forma no-literal. El dice que “en breve” significa “en breve”, pero luego sigue explicando que Satanás realmente no significa Satanás, sino que es una mera metáfora de los judíos incrédulos que serán aplastados en el año 70 D.C. Esto es típico de la posición preterista. Al insistir en que la mayoría de las profecías encontraron su cumplimiento en el primer siglo, se ven forzados a entender la mayoría de las profecías de una manera muy no literal.

Romanos 16:21-24

En la primera parte de este capítulo Pablo envía sus saludos personales a varios santos en Roma. En esta sección, comenzando con el v.21, Pablo transmite a los romanos los saludos de sus compañeros que estaban con él en Corinto. El libro de Romanos fue escrito en Corinto hacia el final del tercer viaje misionero de Pablo.

Pablo menciona a su fiel colaborador Timoteo, su propio hijo en la fe (ver Filipenses 2:19-20; 1 Timoteo 1:2). Pablo tenía un especial afecto por Timoteo, aun hasta el final de su vida. Entre sus últimas palabras registradas, Pablo manifestó dos veces su deseo de ver nuevamente a Timoteo (2 Timoteo 4:9, 21). Lucio es probablemente el mismo hombre mencionado en Hechos 13:1, entre los profetas y maestros de la gran iglesia de Antioquia. Algunos identifican a Lucio con Lucas (MacArthur). Jasón podría ser el mismo hombre mencionado en Hechos 17:5-9 que hospedó a Pablo y a Silas y cuya casa fue asaltada por una turba. Sosípater puede ser el mismo hombre llamado Sópater en Hechos 20:4-6, y si así fuera, él era una de los nobles Bereanos de Hechos 17:10-12. Se dice de los últimos tres nombres mencionados en el versículo 21 que eran parientes de Pablo, indicando que eran judíos (ver nuestro análisis de “parientes” bajo Romanos 16:7), lo cual es otra razón para no identificar a Lucio con Lucas (Lucas era un gentil).

El versículo 22 es el versículo en el libro de Romanos que Pablo no escribió. Tercio era el secretario o amanuense (un asistente, uno que toma el dictado) de Pablo. Pablo habló tal como fue movido y llevado por el Espíritu Santo (comparar 2 Pedro 1:21) y Tercio registró o transcribió con exactitud lo que dijo. Pero aquí, Pablo permitió a Tercio hablar por sí mismo y enviar saludos a los romanos. Aparentemente, Pablo por lo general dictaba sus cartas, quizás debido a un problema a la vista que le obligaba a escribir con letras grandes, si es que escribía (Gálatas 6:11). Al final de sus cartas, Pablo escribiría un saludo de su propia mano, lo que era una señal de la autenticidad de sus cartas (ver 2 Tesalonicenses 3:17 y Gálatas 6:11). El saludaba a los creyentes “en el Señor”, en la Persona de nuestra bendita Cabeza, el único que puede unir a los creyentes.

Gayo (v.23) era conocido por su hospitalidad y no solo hospedaba a Pablo, sino a toda la asamblea. “Aquí tenemos un hermano cuya hospitalidad recibió con los brazos abiertos a todos los santos. Hermano, si anhelas ser útil a los santos de Dios, ¡sé un Gayo! No cuentes las cosas que posees como propias, sino como de la pertenencia de Cristo, y, por lo tanto, que los que son de Cristo las usen liberalmente” (Newell). El es probablemente el mismo hombre mencionado en 1 Corintios 1:14, a quien Pablo bautizó (Pablo escribió Romanos desde Corinto). Algunos lo identifican con Justo de Hechos 18:7. Se piensa que Gayo era un hombre rico y prominente y como tal él puede haber tenido una casa espaciosa, apta para reunir a los santos para la adoración.

Erasto (v.23) era el chambelán o tesorero de la ciudad de Corinto. Es la palabra “oikonomos” (comparar con la palabra “economía”) que significa “administrador, mayordomo” o, en este caso, “superintendente de las finanzas de la ciudad”. Nosotros derivamos el término “dispensación” de esta palabra. Erasto, en más de una manera, era un dispensacionalista. El estaba encargado de las finanzas de la ciudad y, más importante, como creyente, él estaba encargado de la responsabilidad de manifestar y exhibir la gracia de Dios (Efesios 3:2). Erasto era un hombre de elevada posición y tenía influenza política, y como tal, él tenía la oportunidad de ser un excelente testimonio ante los dirigentes de la ciudad. Que nosotros brillemos para Cristo dondequiera Dios nos haya colocado, sea alto o bajo (Filipenses 2:15).

Cuarto (v.23) puede no haber sido una persona prominente, pero él era un hermano amado en Cristo y Pablo envió sinceros saludos de Cuarto a los Romanos. Cuán agradecidos debemos estar que Cristo no se avergüenza de llamarnos “hermanos” (Hebreos 2:11). Cuarto fue el último de los compañeros de Pablo que envió saludos.

En el v.24 Pablo da la bendición final, muy similar a lo que está escrito en el v.20. Algunos manuscritos omiten este versículo. Escribir dos bendiciones seguidas no era ajeno al estilo de Pablo (ver 2 Tesalonicenses 3:16, 18). El creyente en Cristo no puede ser recordado demasiadas veces de su necesidad del Dios de gracia y de la gracia de Dios (comparar 2 Co.9:8; 2 Ti.2:1).

Romanos 16:25-27 (bendiciones finales)

Hay varias similitudes entre estos versículos y los versículos introductorios de Romanos capítulo 1.
Considere lo siguiente:


Romanos 16


Romanos 1


“mi evangelio” – v.25


“el evangelio de Dios” –v.1

“no me avergüenzo del evangelio” –v.16


“la predicación de Jesucristo” –v.25


“acerca de Su Hijo, Jesucristo” –v.3

“el evangelio de Cristo”—v.16


“para confirmaros” --v.25


“a fin de que seáis confirmados” —v11


“dar a conocer a todas las gentes” –v.26


“en todas las naciones” –v.5


“para la obediencia de la fe” –v.26


“para la obediencia a la fe” –v.5


“La revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos, pero que ha sido manifestado ahora y por las Escrituras de los profetas” –v.25-26


“que ÉL había prometido antes por Sus profetas en las Santas Escrituras –v.2

El último de éstos (que está en negritas) es en verdad un contraste. En el capítulo 1 Pablo habla acerca del evangelio de Dios que había sido prometido antes por los profetas en el Antiguo Testamento, pero en el capítulo 16, Pablo, hablando del evangelio, menciona un misterio que se había mantenido oculto, pero que ahora es revelado por los profetas del Nuevo Testamento. Hay un sentido en el cual el evangelio es tanto antiguo como nuevo. Hay un aspecto del evangelio que es antiguo y que fue revelado en las páginas de las Escrituras del Antiguo Testamento. Hay otro aspecto del evangelio que es nuevo y que había sido mantenido en secreto durante el período del Antiguo Testamento, pero que fue dado a conocer durante la edad presente por Pablo y por otros profetas y apóstoles del Nuevo Testamento.

El Evangelio Antiguo

El mensaje del evangelio se centra alrededor de la Persona y la obra de Cristo, especialmente Su muerte sustitutiva y Su resurrección corporal de la muerte. Pablo define más claramente el evangelio en 1 Corintios 15:1-4, donde dice “Cristo murió por nuestros pecados conforme a las Escrituras….y resucitó al tercer día conforme a las Escrituras”. La cruz y la tumba vacía no tienen que ser predicadas conforme a nuestras ideas y opiniones, sino estrictamente en conformidad y en concordancia con lo que ha sido revelado acerca de estos tremendos eventos en las Escrituras, para ser exactos, en las Escrituras del Antiguo Testamento. Por ejemplo, la explicación más descriptiva y la información más detallada de la muerte sustitutiva de Cristo es dada en Isaías 53, como 700 años antes de que Cristo fuera crucificado. Aún en el Nuevo Testamento es difícil encontrar la doctrina de la muerte sustitutiva de Cristo tan minuciosamente presentada como en Isaías 53 (los escritores del Nuevo Testamento asumen que ya has dominado lo que Dios ha dicho por medio del profeta Isaías). La prueba de que las grandes verdades de la muerte y resurrección de Cristo fueron reveladas en el Antiguo Testamento se puede encontrar en las palabras de nuestro Señor resucitado en Lucas 24:44-46.

Cuando Felipe predicó el evangelio al etíope, el usó Isaías 53 como punto de partida (Hechos 8:28-35). En Hechos 2:24-32 Pedro predicó la resurrección de Cristo y usó el Salmo 16 como base de su mensaje. En Hechos 3:18 Pedro predicó el evangelio y anunció que los sufrimientos de Cristo habían sido predichos por boca de todos los profetas de Dios. En Hechos 4:10-11 Pedro predicó la muerte y resurrección de Cristo y la basó en el Salmo 118. En Hechos 10:43 Pedro proclamó que todos los profetas han señalado hacia Jesucristo y el perdón que se encuentra en ÉL. En Hechos 13:33-37 Pablo predicó el evangelio en una sinagoga y dijo a los judíos que la resurrección de Cristo era el cumplimiento del Salmo 2 y del Salmo 16.

En Romanos, el tema principal de Pablo es la justificación por fe y Pablo pone a Abraham como ejemplo de ésto, basado en Génesis 15:6 (Rom.4:1-8). La revelación de la justicia de Dios fue testificada por la ley y por los profetas (Rom.3:21). En Romanos 10 Pablo analiza el evangelio de la gracia de Dios y cita varios pasajes del Antiguo Testamento para establecer sus puntos (ver versículos 6,7,11,13,15,16,18). En Romanos 15 Pablo cita varios pasajes del Antiguo Testamento que armonizan con el hecho de que el evangelio llegaría a los gentiles (versículos 9-12, 21).

En Gálatas, Pablo usa nuevamente a Abraham como ejemplo de justificación por la fe (3:6) y Pablo incluso llega tan lejos como para decir que la promesa de Génesis 12:3 fue dada por Dios, porque Dios previó que los gentiles serían bendecidos y justificados por fe (Gálatas 3:8). En este mismo contexto, Pablo dice que Dios “dio de antemano la nueva a Abraham” (Gálatas 3:8). Pablo cita a Habacuc 2:4 para respaldar su doctrina de la justificación por fe (3:11).

El evangelio que predicaba Pablo era “conforme a las Escrituras (del Antiguo Testamento)” (1 Co.15:3-4). Los temas básicos de la cruz y de la tumba vacía y de la justificación por fe se encuentran en el Antiguo Testamento. No había ningún misterio en esto.

El Evangelio Nuevo

Hoy hay un aspecto de “misterio” en el evangelio que era desconocido en otras edades, pero que ahora, en esta edad, forma el verdadero núcleo de la predicación del evangelio:

Misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio….. me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo, (Efesios 3:5-8).

En esta edad, por lo tanto, hay un elemento distintivo en el contenido del evangelio que es llamado “el misterio del evangelio” (ver Efesios 6:19 y comparar Colosenses 1:26-27; 4:3). Esta nueva revelación es que los gentiles son coherederos y co-miembros del cuerpo y copartícipes de la promesa (Efesios 3:6). Esa igualdad –judíos y gentiles unidos en un cuerpo- era desconocida anteriormente. El mensaje distintivo de la iglesia es que tanto judíos como gentiles pueden creer el evangelio y estar unidos en UN CUERPO (1 Co.12:13) con el propósito de manifestar y dar testimonio de Cristo, quien es la Cabeza soberana de este organismo vivo y único.

Los escritores dispensacionalistas han reconocido hace tiempo el elemento distintivo de la predicación del evangelio en esta era de la iglesia:

La idea de que los gentiles estarían exactamente en el mismo plano como los israelitas y, además, en íntima relación como miembros del mismo cuerpo, es absolutamente ajena al Antiguo Testamento. De acuerdo con Isaías 61:5, 6, los gentiles eran representados como siendo los siervos e Israel como los sacerdotes de Dios. Aunque es cierto que a los gentiles fueron prometidas bendiciones en el futuro reino milenial, nunca se les daba igualdad con los judíos en el Antiguo Testamento (Walwoord, La Iglesia en la Profecía).

El Antiguo Testamento ciertamente predice la bendición de los gentiles para el período milenial (Is.61:5-6; 2:1-4), pero las bendiciones específicas no incluyen igualdad con los judíos como ocurre en el cuerpo de Cristo hoy. Grandes bendiciones se prometen a los gentiles en las predicciones del Antiguo Testamento, pero no a base de igualdad de posición con los judíos. Esta igualdad es la esencia del misterio revelado a los apóstoles y profetas en tiempos del Nuevo Testamento (Ryrie, Dispensacionalismo Hoy, p. 125).

La verdad del misterio no es desarrollada tanto en Romanos como es desarrollada en Efesios y Colosenses, pero la epístola a los Romanos alude a algunas de estas cosas. La singularidad de estar en el cuerpo de Cristo es tratada en Romanos 12 y la singular UNIDAD e IDENTIFICACIÓN con Cristo, que disfrutan tanto judíos como gentiles en virtud de estar “en Cristo”, es tratada admirablemente en Romanos 6. El precioso y glorioso misterio de “Cristo en vosotros” (Col. 1:26-27) es esbozado en Romanos 8:9-10. La unión del creyente con Cristo, que es comparada con una relación matrimonial (Efesios 5:29-32) es presentada en Romanos 7:1-4. Las muchas riquezas que judíos y gentiles comparten por igual en Cristo, son expuestas maravillosamente en Romanos 8. El misterio del endurecimiento parcial y temporal de Israel es referido en Romanos 11:25. En verdad, Romanos nos ayuda a entender, más que cualquier otra epístola, el propósito y programa de Dios para Israel a la luz de lo que Dios está haciendo hoy entre los gentiles y a la luz de lo que Dios hará en el futuro (Romanos 9-11). De modo que el libro de Romanos contribuye de manera significativa a nuestro entendimiento de la verdad del misterio. ¡Qué Dios nos ayude a ser buenos y fieles administradores de estas cosas (1 Co.4:1-2)! 

Consideremos algunas de las palabras y frases clave de estos tres versículos finales:

Romanos 16:25

Para confirmaros” significa hacerte firme y constante, guardarte de caer. Dios tiene todo el poder y la habilidad para establecer a los creyentes en la verdad, que nuestra FE esté asentada en los HECHOS de Dios. Los creyentes que no están bien versados en las verdades expuestas en el libro de Romanos, están en terreno peligroso y son susceptibles a muchos graves errores. Pero aquellos creyentes que han dominado la obra doctrinal maestra de Pablo, se han fortalecido en estas grandes verdades fundamentales y es difícil lograr que se muevan o desvíen del sólido fundamento sobre el cual se han establecido. Como caso en cuestión, el compañerismo de Iglesias Bíblicas, del cual yo formaba parte, fue dañado profundamente por una falsa enseñanza que  negaba la Eterna Filiación de Cristo (enseñando, por el contrario, que Cristo llegó a ser el Hijo de Dios en el momento de la encarnación). Este error es tan simple y claramente respondido y refutado en Romanos 1:3-4 (en la encarnación, Aquel que ya era Hijo, llegó a ser hombre “del linaje de David según la carne”, en tanto que el punto de vista erróneo enseña que en la encarnación el Dios eterno llegó a ser el Hijo). Esto es solo un ejemplo de cómo un correcto entendimiento de la enseñanza expuesta en Romanos puede establecer a los creyentes en la verdad y guardarlos de caer en el error.  

Los creyentes no pueden ser establecidos plenamente en la verdad sin un entendimiento apropiado del “misterio dispensacional” que es el tema de este párrafo final. Es triste, en verdad, que los creyentes, en general, sean tan ignorantes de estos Sagrados Secretos que eran tan apreciados por el corazón del apóstol Pablo. Hay un conjunto de verdades que había estado oculto y guardado en el amante corazón de Dios durante las edades pasadas, pero que en esta presente edad, Dios quiere dar a conocer a Sus santos. Sin embargo, la ignorancia del “misterio” en nuestro día es asombrosa. En los consejos de ordenación se ha hecho la pregunta, “¿Qué significa ser un administrador de los misterios de Dios (1 Co. 4:1-2) y cuán importante es ésto para su ministerio?” En algunos casos no tienen idea. Cuán ignorantes somos cuando se trata de entender las riquezas y las glorias de este misterio que Dios se deleita en dar a conocer (Col. 1:27). La gran carga de Pablo era predicar entre los gentiles las inescrutables riquezas de Cristo y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas” (Efesios 3:8-9). ¡Que apreciemos también nosotros estas cosas!

Según mi evangelio” – la expresión “mi evangelio” se encuentra solamente en otros dos lugares en la Biblia: 1) Romanos 2:16 – “En el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio”; 2) 2 Timoteo 2:8 – “Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio”. Cuando Pablo hablaba de “mi evangelio” no se estaba refiriendo necesariamente al “misterio”, como lo indica este último pasaje. Que el Mesías sería de la simiente de David y que resucitaría de los muertos eran verdades que fueron reveladas en el Antiguo Testamento y no eran misterios.

¿Qué quería decir Pablo con “mi evangelio”? ¿En qué sentido pertenecía el evangelio a Pablo? Recuerda, en Romanos 1:1 Pablo había dejado muy en claro que las buenas nuevas que predicaba eran “el evangelio de Dios”. Eran las buenas nuevas de Dios. ¿En qué sentido eran las buenas nuevas de Pablo? Hay al menos dos razones por las cuales Pablo personalizaba las buenas nuevas: 1) Era el evangelio de Pablo en el sentido de que había sido confiado a él: “El glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado” (1 Ti.1:11). “La comisión (dispensación, mayordomía) del evangelio me ha sido encomendada….porque me fue impuesta necesidad; ¡y hay de mí si no anunciare el evangelio!” (1 Co.9:17,16). Pablo tomaba muy en serio su responsabilidad en cuanto al evangelio. 2) Era el evangelio de Pablo en el sentido de que había sido revelado únicamente a él: “El evangelio anunciado por mí no es según hombre; pues yo no lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo” (Gálatas 1:11-12). “Mi evangelio…..según la revelación del misterio” (Romanos 16:25-26). “Subí según una revelación, y les expuse el evangelio que predico entre los gentiles” (Gálatas 2:2). “Por revelación me fue declarado el misterio” (Efesios 3:3 y comparar v.6— “por medio del evangelio”).

Las buenas nuevas de Pablo incluían el misterio: “a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio” (Efesios 6:19). En vista de ésto, hay dos errores ultradispensacionalistas que deben evitarse: 1) Pablo fue la única persona que recibió la revelación del misterio. Este error es corregido por Efesios 3:5 que enseña que el misterio es revelado a los santos apóstoles y profetas de Dios. Sin duda, Pablo era el principal revelador del misterio, pero no fue dado exclusivamente a él. El no fue el único administrador de los misterios de Dios (1 Co.4:1-2). 2) El misterio no fue dado a conocer hasta que Pablo lo reveló. Los misterios de Dios son revelados en toda la plenitud de su hermosura en las epístolas de Pablo, pero Pablo no fue el primero en revelar estos secretos.

Debería notarse que el misterio había sido revelado, al menos en forma embrionaria, por el Revelador principal, nuestro Señor Jesucristo. Esto se ve especialmente en los misterios de Mateo 13 y en el Discurso del Aposento Alto de Juan 14-17. Aquí hay algunos ejemplos:

  1. El misterio de la iglesia fue anticipado en Mateo 13:45-46.
  2. El misterio “Cristo en vosotros” (Col.1:27) fue anticipado en Juan 14:20 y 17:23.
  3. El misterio de la unidad de Cristo y Su iglesia (Ef.5:31-32) fue anticipado en Jn. 17:21-23
  4. El misterio del rapto (1 Co.15:51-52) fue anticipado en Juan 14:1-3.
  5. El misterio del estado presente de la nación de Israel (Rom.11:25) fue anticipado en Mateo 13:44.
  6. El misterio de la iniquidad que está en acción durante el tiempo presente (2 Ts.2:7) fue anticipado en las parábolas de la semilla de mostaza y de la levadura.
  7. El misterio de Judíos y Gentiles unidos en un cuerpo (Ef.3:5-6) fue anticipado en Juan 10:16.

Lewis Sperry Chafer también descubrió una significativa correspondencia entre los “misterios del reino de los cielos” como están delineados en Mateo 13 y los misterios revelados por Pablo en las epístolas del Nuevo Testamento:

En Mateo 13 están dadas, por Cristo Mismo y bajo siete parábolas, las características de la presente edad. En esta Escritura, esta edad misma es declarada un misterio o un secreto sagrado (Mateo 13:11), y las parábolas desarrollan la verdad de que hay tres aspectos principales presentes durante esta edad, es decir, (a) lo que es aceptable – el trigo, la perla, y los peces buenos; (b) lo que representa a Israel enceguecido (vs.14-15), que es el tesoro escondido en el campo – el campo es el mundo- y (c) la presencia del mal- la cizaña, las aves malas, levadura y peces malos. Debería observarse que en el Nuevo Testamento, cada uno de estos tres factores mismos es declarado ser un misterio o un secreto sagrado: (a) la Iglesia compuesta de Judíos y Gentiles en un cuerpo (Ef.3:4-6), (b) Israel enceguecido hasta que la Iglesia haya sido llamada (Rom. 11:25; cf. Hechos 15:13-18), y (c) la presencia y la característica del mal en esta edad (2 Ts.2:7). Ver Teología Sistemática, vol.IV.

Como ya se ha dicho, los ultradispensacionalistas enseñan que el misterio no había sido revelado antes de Pablo y que fue revelado exclusivamente a Pablo. El Dr. Ernest Pickering responde lo siguiente: “Decir que verdad relativa a la iglesia nunca fue revelada antes de Pablo, es negar los pasajes de las Escrituras donde el Señor Mismo enseñó esa verdad. El Discurso del Aposento Alto (Juan 13-17) es ciertamente aplicable [específica y exclusivamente] a la iglesia. La bendita posición de los santos en Cristo, el acceso en oración, el ministerio del Espíritu Santo, el rapto de la iglesia—todo esto y más es enseñado en el Discurso del Aposento Alto” (Distinctive Teachings of Ultra-Dispensationalism).

“Y la predicación de Jesucristo” (Rom.16:25). El evangelio de Pablo se centraba en la Persona del Señor Jesucristo. El no solo predicaba a Cristo (2 Co.4:5) sino que se regocijaba cuando otros predicaban a Cristo (Fil.1:18). Pablo puso en claro, desde el comienzo de esta epístola, que Jesucristo, el eterno Hijo de Dios, era el centro y corazón de su evangelio (Rom.1:1-4). Y cuando Pablo predicaba el misterio del evangelio entre los gentiles, él no cesaba de predicar entre ellos las inescrutables riquezas de Cristo (Ef.3:8). Solo cuando estamos separados para y dedicados a la Persona del Señor Jesucristo, podemos estar separados y dedicados al evangelio (Rom.1:1).

Según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos” – Este misterio, que había estado oculto, ahora es revelado. Ya no es un secreto. Lo que estaba escondido, ahora es dado a conocer. “Es el secreto “silenciado” durante las largas edades del pasado, pero que ahora es dado a conocer” (Moule). La frase “desde el principio del mundo” es literalmente traducido “desde los tiempos de las edades” (Darby) o “desde tiempos eternos (Kelly). Es el misterio que ha estado escondido desde edades y desde generaciones (Col.1:26).

Hay cinco pasajes que definen claramente lo que es un misterio en el Nuevo Testamento. Son los siguientes:

  1. “Leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo, misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu” (Efesios 3:4-5).
  2. “Y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas” (Efesios 3:9).
  3.  “El misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos” (Colosenses 1:26).
  4. “Abriré en parábolas mi boca; Declararé cosas escondidas desde la fundación del mundo” (Mateo 13:35).
  5. “Según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos, pero que ha sido manifestado ahora, y que por las Escrituras de los profetas, según el  mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a la fe” (Romanos 16:26).

A la luz de estos cinco pasajes podemos deducir la siguiente definición de lo que es un misterio en el Nuevo Testamento: Un misterio en el Nuevo Testamento es algo que estaba oculto, que se guardaba en secreto y no se había dado a conocer a los hombres en generaciones anteriores (anteriores a la generación de Pablo), pero que se manifestó y fue revelado en el tiempo del Nuevo Testamento a y por los apóstoles y profetas del Nuevo Testamento. 

De acuerdo con esta definición basada en la Biblia, los dispensacionalistas han mantenido la posición de que un misterio en el Nuevo Testamento es algo que nunca se había revelado en generaciones anteriores (en el período del Antiguo Testamento), pero que Dios tuvo a bien revelar en los tiempos de Pablo. Como ya se ha esbozado, esos misterios fueron dados a conocer primero por Cristo (parcialmente) y luego por Su apóstol Pablo (totalmente). Contrario a esta posición es la Teología Reformada (Teología del Pacto), que dice que los misterios del Nuevo Testamento fueron revelados en tiempos del Antiguo Testamento, pero que no fueron entendidos tan claramente como hoy día. Ellos enseñan que esos misterios no estaban del todo ausentes del Antiguo Testamento. De modo que ellos enseñan que los misterios fueron revelados parcialmente, pero que no fueron entendidos hasta más tarde. Sin embargo, esto es contrario a los cinco pasajes indicados anteriormente. Estos versículos no dicen que el misterio hubiese sido dado a conocer parcialmente, sino que no había sido dado a conocer en absoluto. Estaba oculto y guardado en secreto y encerrado en el amante corazón de Dios.

Ilustremos esto con un ejemplo específico. En 1 Corintios 15:51-52 Pablo dio a conocer un misterio que había estado escondido en tiempos anteriores. El secreto que él reveló es que habría toda una generación de creyentes vivos que no gustarían la muerte física. El Antiguo Testamento no dice nada, en ninguna parte, acerca de un evento tal. Moisés, Elías, David e Isaías nunca tuvieron la más mínima indicación de que tal cosa sucedería algún día. Esto estaba totalmente oculto para ellos y no se podía encontrar en sus santas Escrituras. Dios nunca dijo una palabra de ésto hasta los tiempos del Nuevo Testamento, cuando fue insinuado por nuestro Señor (Juan 14:1-3) y explicado totalmente por Pablo (1 Co.15:51-52 y 1 Ts.4:13-18). Este es un verdadero misterio del Nuevo Testamento.

El misterio del cual Pablo habló en Romanos 16 era que tanto Judíos como Gentiles eran tratados por Dios sobre la base de total igualdad y que, al creer en Cristo, ellos serían unidos en un cuerpo con el propósito de mostrar las excelencias de Aquel que los llamó de las tinieblas a Su luz admirable. De dos, Dios hizo UN NUEVO HOMBRE (Efesios 2:11-18) y UN NUEVO REBAÑO (Juan 10:16). Y es nuestro privilegio, en los días en que vivimos, dar a conocer este misterio, revelar el secreto, descubrir la revelación que había estado oculta. Este es un caso en que Dios quiere que seamos buenos para contar secretos (en contraste con Prov.11:13 donde contar secretos es condenado).

Romanos 16:26

“Pero que se ha dado a conocer ahora por las Escrituras de los profetas”

El misterio que había estado oculto, ahora es dado a conocer. La frase “por las Escrituras de los profetas” es una traducción pobre. Debería traducirse “por las escrituras proféticas” (Kelly, Darby). Dios ha dado a conocer este misterio por los escritos de Sus profetas.

Es difícil entender cómo los intérpretes no-dispensacionalistas pueden pensar que ésto se refiere a los escritos del Antiguo Testamento, especialmente después que Pablo acaba de decir que el misterio había estado oculto en épocas anteriores. Pablo tiene que estar refiriéndose a profetas del Nuevo Testamento. En Efesios 3:5 leemos que el misterio que no había sido dado a conocer a los hombres en otros tiempos, ahora es revelado a los santos apóstoles y profetas de Dios. Estos son apóstoles y profetas del Nuevo Testamento, los mismos hombres a los que se refiere Efesios 2:20 (ver también 1 Co. 12:10, 29; Efesios 4:11). Por cierto que los escritos que exponen más clara y completamente los misterios son las epístolas de Pablo, siendo Pablo el principal, pero no el único revelador de los misterios. Cuando se trata de los misterios, los profetas del Antiguo Testamento estaban en total oscuridad. El Único que conocía estos misterios durante el período del Antiguo Testamento era Dios Mismo.

“Según el mandamiento del Dios eterno”

En este caso la palabra “mandamiento” significa “mandato, orden, instrucción”. No es la misma palabra “mandamientos” que se usa para la Gran Comisión del Señor en Hechos 1:2 (que se refiere a aquellos mandamientos que el Señor dio a Sus discípulos después de la resurrección y antes de la ascensión).

Pablo usa esta palabra, con respecto a su misión, solo en otros dos lugares: 1) “Pablo, apóstol de Jesucristo por mandato (orden) de Dios nuestro Salvador y del Señor Jesucristo, nuestra esperanza” (1 Ti.1:1). Pablo era un apóstol (un “enviado”) por orden del Dios vivo, y hay un sentido en al cual esto es cierto en cuanto a todo creyente: “Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo” (Juan 17:18 y ver 20:21). El mandato y orden de Dios es que nosotros debemos representarlo bien en el mundo y que debemos dar a conocer Su glorioso evangelio a todas las naciones. 2) “Y a su debido tiempo manifestó su palabra por medio de la predicación que me fue encomendada por mandato de Dios nuestro Salvador” (Tito 1:3). Pablo sabía que tenía una responsabilidad por el evangelio y una responsabilidad de predicar que le había sido encomendada. El estaba bajo órdenes para dar a conocer y manifestar la Palabra de Dios por medio de la predicación.

Por cierto que estas afirmaciones están en total armonía con la Gran Comisión que incluye el mandato de Cristo de ir por todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura (Marcos 16:15), hacer discípulos de todas las naciones (Mateo 28:19-20), predicar el arrepentimiento y la remisión de pecados a todas las naciones, empezando primero por los judíos (Lucas 24:27) y ser testigos de Cristo por todo el mundo, empezando por Jerusalén (Hechos 1:8; y comparar Romanos 1:16- “al judío primeramente”). Pero con el paso del tiempo, los primeros discípulos aprendían más y más acerca de las verdades de la iglesia y del misterio y estas revelaciones adicionales sirvieron para profundizar y enriquecer su entendimiento del evangelio de la gracia y del propósito de Dios para la edad presente. Pero ninguna de estas revelaciones adicionales disminuyó jamás su obligación de predicar a Cristo y Su evangelio de acuerdo con las órdenes de marcha originales que ellos habían recibido durante los 40 días entre la resurrección y la ascensión.

“Se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a la fe”

Aquí el lenguaje es muy similar a Romanos 1:5 –“para la obediencia a la fe en todas las naciones”. Todos los hombres en todas las naciones son mandados a creer y ser salvos (comparar Hechos 17:31 y 1 Juan 3:23a). Todos los hombres en todo lugar son responsables de OBEDECER el evangelio creyendo en el Señor Jesucristo. Los que DESOBEDECEN el evangelio serán castigados con eterna perdición (2 Tesalonicenses 1:8-9). Debemos hacer saber a la gente que Dios les ha mandado a que sean salvos, y que les exhorta enfáticamente a responder al evangelio de la manera correcta (comparar 2 Corintios 5:18-21).

Romanos 16:27

Al único y sabio Dios,

sea gloria

mediante Jesucristo

para siempre

Amén

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