José y Ester

 

Lección 7 (José)

 

Génesis 45, 50

 

 

 

 

José se Revela a sus Hermanos

(Génesis 45)

 

 

 

Imagina cómo se habrán sentido los hermanos cuando se dieron cuenta de quién era realmente el gobernador de Egipto. Estaban turbados y asustados (Génesis 45:3) cuando reconocieron que el poderoso gobernante que tenían delante, era la misma persona a la que ellos habían odiado y rechazado.

 

 

Así será cuando Israel reconozca a su Mesías en la segunda venida de Cristo (Zacarías 12:10-12; Apocalipsis 1:7). Sus ojos verán a Aquel a quien rechazaron y crucificaron.

 

De igual manera, toda persona tiene que darse cuenta de esto: “Yo fui responsable de la muerte de Cristo. ÉL murió por mis pecados (1 Corintios 15:3). Fue por mis pecados que ÉL sufrió y derramó Su sangre y murió. Yo soy culpable. Mis pecados lo clavaron en esa cruz. ÉL murió por mí.” “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios” (1 Pedro 3:18).

 

Cuando una persona es salva, puede decir una oración como esta: “Señor, reconozco haber pecado contra Dios y haber hecho cosas terribles. Soy culpable. He desobedecido. He hecho mal. He hecho daño. Pero Señor, te doy gracias por Tu gran amor por mí, aún siendo pecador (Romanos 5:8). Gracias por morir en la cruz por mí. Gracias por pagar todo el castigo por mis pecados. Señor, yo creo de todo corazón que Tú moriste por mí y que resucitaste y gracias por Tu don de la vida eterna (Juan 3:16; Romanos 6:23).”

 

 

José consoló de inmediato a sus hermanos y les aseguró su perdón (Génesis 45:4-8). “Ustedes me vendieron, pero Dios me envió. Lo que ustedes hicieron fue horrible, pero Dios lo obró para bien.” Los hermanos estaban asombrados de que José no estuviera enojado ni con sed de venganza. Su perdón, a pesar del mal que le habían hecho, era de veras asombroso.

 

 

El asombroso perdón de Dios se ve en los siguientes pasajes:

 

 

Los siguientes versículos hablan del completo perdón que recibe una persona cuando cree en el Señor Jesucristo. Este perdón es perfecto. Dios perdona TODOS LOS PECADOS—pasados, presentes y futuros. Dios, en Su gracia, es libre de justificar y perdonar plenamente al pecador creyente basado en la sangre de Cristo (la obra que ÉL realizó en la cruz a tu favor, muriendo como nuestro Sustituto). Recibir el perdón gratuito de Dios debería ser motivo de mucha gratitud y de desear vivir una vida diferente y debe ser un estímulo para una conducta santa (Efesios 4:32; Colosenses 3:12-13). Cómo podemos hacer menos que servir y amar al Dios que nos ha perdonado así.

 

[Nota: El profesor no tiene que pasar todos los versículos con su clase, sino escoger dos o tres que estime apropiados].

 

“Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones” (Salmo 103:12).

 

“Jah, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? Pero en ti hay perdón, para que seas reverenciado” (Salmo 130:3-4).

 

“Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana” (Isaías 1:18).

 

“He aquí, amargura grande me sobrevino en la paz, mas a ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados” (Isaías 38:17). Si algo está detrás de tu espalda, entonces no lo puedes ver. Si nuestros pecados están detrás de la espalda de Dios, eso indica que ÉL no los verá, no los mirará y no nos los imputará.

 

“Yo deshice como una nube tus rebeliones, y como niebla tus pecados; vuélvete a mi, porque yo te redimí” (Isaías 44:22).

 

“En aquellos días y en aquel tiempo, dice Jehová, la maldad de Israel será buscada, y no aparecerá; y los pecados de Judá, y no se hallarán” (Jeremías 50:20). Nuestros pecados no serán encontrados.

 

“¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? no retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia. El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados” (Miqueas 7:18-19). Nuestros pecados, por decirlo así, han sido echados al mar, para nunca volver a aparecer. Se han ido para siempre.

 

“En quien tenemos redención por su sangra, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia” (Efesios 1:7).

 

“Porque seré propicio a sus injusticias, y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades” (Hebreos 8:12; ver Hebreos 10:16).

 

“Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre” (1 Juan 2:12).

 

“Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados” (Colosenses 2:13). Nótese que dice “TODOS.” Todos tus pecados--pasados, presentes y futuros—han sido perdonados.

 

“De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre” (Hechos 10:43).

 

 

¿Has recibido personalmente al Hijo de Dios

Y el perdón que se encuentra en ÉL?

 

 

 

 


La historia de José ilustra bellamente el principio de Romanos 8:28. “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ____________ a ________, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”

 

Todas las cosas no son buenas en sí mismas- la cisterna, la esclavitud, la cárcel, la soledad—pero todas las cosas ayudan a bien. José vio que esto es cierto.

 

Muchos de los ingredientes de un pastel por sí solos saben mal (harina, sal, polvos de hornear, manteca, huevos crudos, vainilla, etc.), pero el producto final es bueno y sabroso. Así es con las muchas experiencias amargas de la vida. Por ejemplo, las cosas amargas que sucedieron a Pablo en Roma ayudaron para el progreso del evangelio (Filipenses 1:12-18). Las amargas experiencias de Juan Bunyan en la cárcel ayudaron para producir el Progreso del Peregrino, el libro cristiano más apreciado después de la Biblia. ¿Puedes pensar en otras ilustraciones de este principio?

 

 

En Génesis 45:8 José dijo algo notable, “Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios.” Ustedes no me enviaron, Dios me envió. Es cierto que José sabía que sus hermanos lo habían vendido a Egipto (Génesis 45:4), y así fue. Pero José vio la mano de Dios detrás de todo esto y se dio cuenta de que finalmente fue Dios quien lo envió a Egipto para preservar la vida (Génesis 45:5, 7). De igual manera, José dio a Dios todo el crédito por exaltarlo como gobernador (Génesis45:8) aunque sabía que el Faraón fue el instrumento que Dios usó para hacer esto (Génesis 41:41).

 

Otro ejemplo de esto se encuentra en el libro de Job. ¿Quién fue en realidad el responsable de destruir las posesiones de Job y sus sirvientes y sus hijos y sus hijas (Job 1:12) y por herir el cuerpo de Job (Job 2:6-7)? ________________ Según Job, ¿Quién era responsable de lo sucedido (1:21; 2:10)? _________ ¿Estaba Job equivocado? _____ Aunque los hombres y Satanás estén en contra nuestra, qué consuelo es recordar que Dios es soberano y que está en control de todo. Ver Salmo 103:19.

 

 

Antes de que los hermanos regresaran a su padre, José les recomendó no reñir (pelear) por  el camino (Génesis 45:24). ¿Qué le dirían a su padre? Ellos sabían que tarde o temprano tendrían que contarle la verdad a su padre. Quizás se vieran tentados a discutir quién debería dar las explicaciones. José probablemente les recomendó (ver Génesis 45:15) que explicaran a Jacob cómo Dios había hecho todo para bien. El corazón de Jacob casi se detuvo (Génesis 45:26) cuando supo que su hijo, el cual él pensaba que había sido despedazado, estaba vivo y que era el gobernador de Egipto.

 

 

La Persistente Culpa de los Hermanos de José

(Génesis 50:15-21)

 

 

¿Qué es la Culpa?

 

La palabra CULPA se usa para referirse a dos cosas diferentes. A veces se usa para referirse a un hecho y a veces se usa para referirse a un sentimiento. Definamos primero la palabra CULPA como un hecho y luego como un sentimiento:

 

1) EL HECHO DE LA CULPA

 

Culpa es el hecho de haber cometido un delito. Culpa es el hecho de haber hecho mal. Una persona tiene culpa (es culpable) porque ha pecado y ha quebrantado la ley de Dios. Culpa es el hecho de haber cometido una mala acción. Y puesto que esta persona tiene culpa (ha hecho mal), merece ser castigada.

 

Por ejemplo, se puede decir de un criminal, “La evidencia demuestra su culpa.” Esto significa que la evidencia demuestra que él quebrantó realmente la ley y que es culpable de algún delito.

 

De acuerdo con Mateo 26:66, ¿de quién dijeron los judíos que era culpable de muerte? ___________________________ ¿Cuál fue Su delito (ver la última palabra del v.65)? ________________________ ÉL dijo ser Hijo de Dios (ver Mateo 26:63-64). ¿Era realmente culpable? _______ Si tú dijeras que eres el Hijo de Dios, ¿serías culpable? ______

 

Ver Éxodo 20:7. La persona que toma el nombre de Dios en vano no es I____________ (sin culpa), de modo que es culpable. De acuerdo con Santiago 2:10, si una persona quebranta solo uno de los Diez Mandamientos, y guarda todos los demás, igual es _______________ de quebrantarlos todos. Si una cadena tiene quebrado solo un eslabón, ¿es de todos modos una cadena rota? _____ Supongamos que estuvieras suspendido de una cuerda sobre un precipicio. ¿Haría alguna diferencia si la cuerda se cortara en una parte o en diez partes distintas? _____ ¿No te precipitarías a la muerte igual? _____ Los que quebrantan la ley de Dios tienen culpa. Es un hecho. Son culpables.

 

¿Has guardado perfectamente todos los Diez Mandamientos? _____ ¿Eres culpable ante un Dios santo que ve todo pecado y todo delito que hayamos cometido? ______

 

¿Cuántas personas en el mundo tienen un problema con la culpa (Romanos 3:19)? _____________

 

2) EL SENTIMIENTO DE CULPA.

 

 La palabra CULPA se usa también de otra manera. Se usa para describir un sentimiento. Describe un sentimiento de vergüenza o remordimiento (una angustia que corroe) por el mal que una persona ha hecho. Está el hecho de la culpa: he pecado y he hecho mal. Luego está el sentimiento de culpa: me siento mal por lo que hice. Por causa de mi pecado, me siento culpable.

 

Los sentimientos de culpa pueden ser muy fuertes. La persona tiene una inconfortable noción interior de que ha hecho mal. Su propia conciencia la condena. Es como si tuviera una voz interior le dice, “Eres culpable. Has pecado. Has hecho mal.” Exteriormente puede parecer que la persona está bien, pero en su interior está abrumada con sentimientos de culpa, porque sabe que lo que ha hecho está mal y no puede olvidarlo.

 

¿Por qué se siente culpable la gente? La mayoría de la gente se siente culpable porque es culpable. El hecho de la culpa causa los sentimientos de culpa. A veces una persona puede sentirse culpable cuando realmente no lo es. Por ejemplo, una persona puede sentirse culpable porque es tentada. ¿Es un pecado la tentación? _____ ¿Fue tentado el Señor Jesús (Mateo capítulo 4)? _____ ¿Trató el diablo de despertar el deseo, trató de persuadir, de invitar, de inducir y de seducir al Señor Jesús a pecar (Mateo capítulo 4)? _____ ¿Pecó el Señor Jesús? _____ Una persona que solo es tentada no es culpable y no debe sentirse culpable. Una cosa es estar expuesto a una tentación; otra cosa es acoger la tentación y abrazarla y mantenerla mentalmente. Jugar mentalmente con la tentación lleva a malos pensamientos, lo que lleva a malos sentimientos, culpa, etc. Si una tentación es prolongada y sustentada en mi mente, interrumpirá mi relación con Dios y yo soy culpable de pecado. La persona que cede a la tentación y sigue la tentación y cae en la tentación ES CULPABLE (hecho) y debe SENTIR CULPA (sentimiento).

 

David sucumbió a la tentación y cayó en pecado de adulterio (2 Samuel capítulo 11). David fue culpable (de hecho) y se sintió terrible (sentimiento). En el Salmo 32:3-4 vemos que David se sentía oprimido por un sentido de culpa: “Tu mano (la mano de Dios) se ______________ sobre mí” (v.4). En el Salmo 51:3, David dice, “Mi pecado está ____________ delante de mí.” Al estudiar a los hermanos de José veremos que su pecado estaba siempre delante de ellos, incluso muchos años después de cometer su delito. La culpa permanece con la persona hasta que la persona se haga cargo de la culpa a la manera de Dios. El pecador culpable necesita ser salvo (Hechos 10:43); la persona salva culpable tiene que confesar sus pecados (Salmo 51; 1 Juan 1:9).

 

 

 

Los hermanos de José no quisieron creer que José los había perdonado realmente. Ellos pensaron equivocadamente que él era amable con ellos sólo por causa de Jacob. Una vez muerto Jacob, ellos pensaron que José se vengaría de su mala acción (Génesis 50:15). ¡Cuán apesadumbrado estuvo José cuando vio lo que había en sus corazones! Cuán triste era que la carga de su pecado aún estaba sobre sus corazones 39 años después (José fue vendido a Egipto como en 1897 A.C. y Jacob murió alrededor de 1858 A.C.).

 

Es triste cuando la gente hoy no quiere creer en la promesa de Dios del perdón. Dios ha prometido un completo perdón a todos los que creen en Su Hijo—ver Hechos 10:43; Miqueas 7:19; Jeremías 50:20; Salmo 103:12; Isaías 38:17; Isaías 1:18, Hebreos 10:17; Juan 1:29, Hebreos 9:25; Efesios 1:7. De igual manera, Dios ha prometido total perdón y limpieza al creyente que confiesa sus pecados—1 Juan 1:9. No acusemos a Dios de mentiroso e infiel a lo que ha dicho, no creyendo en Su promesa de perdón.

 

Los hermanos de José, que habían vendido a José a la esclavitud, ahora se ofrecían a ser sus esclavos (en Génesis 50:18, “siervos”=”esclavos”). José les recordó nuevamente el buen propósito de Dios que superó sus malvados planes (Génesis 50:20), y los consoló otra vez y les prometió cuidar de ellos (Génesis 50:21; comparar 45:11).

 

¿Podemos perdonar a los que nos han hecho mal (Efesios 4:32)? ¿Pudo perdonar Cristo a Sus enemigos (Lucas 23:34; Romanos 5:6-11)? ¿Practicó José los principios establecidos en Romanos 12:17-21? ¿Puedes tú? ¿Quieres tú?

 

Con esto terminamos nuestro estudio de la vida de José. El versículo clave se encuentra en Génesis 50:20:

 

“Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo

encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy,

para mantener en vida a mucho pueblo.”