¿Interpretas la Biblia Literalmente?

 

Siete Pruebas para Comprobarlo

 

 

INTRODUCCIÓN

 

Los dispensacionalistas procuran interpretar la Biblia literalmente, es decir, entender las Escrituras consistentemente en su sentido llano, obvio, natural, tal como leeríamos y entenderíamos el periódico, un libro, un poema, un ensayo u otro tipo de literatura. Bernard Ramm dice, “Usamos la palabra ‘literal’ tal como la explica el diccionario: ‘…la construcción e implicación natural o usual de un texto o expresión; seguir el sentido normal y corriente de las palabras; no alegórico o metafórico’ (Webster’s New Internacional Dictionary)” [Bernard Ramm, Protestant Biblical Interpretation]

 

Mal Couch y Charles Ryrie expresan muy bien este concepto:

 

Una lectura normal de las Escrituras es sinónimo de una hermenéutica consistente literal, gramático-histórica. Cuando a la interpretación de las Escrituras se le aplica una hermenéutica literal, a cada palabra escrita en las Escrituras se le da el significado normal que tiene en su uso común. Los proponentes de una lectura consistente y literal de las Escrituras prefieren la frase una lectura normal de las Escrituras para diferenciar entre literalismo y letralismo. [Mal Couch, Editor general, An Introduction to Classical Evangelical Hermeneutics (Grand Rapids; Kregel, 2002), p.33]

 

Si Dios es el originador del lenguaje y si el propósito principal de originarlo fue comunicar Su mensaje al hombre, entonces debe seguirse que, siendo totalmente sabio y totalmente amoroso, Él originó suficiente lenguaje para comunicar todo lo que deseaba decirle. Además, también tiene que seguirse que Dios usaría el lenguaje y esperaría que el hombre lo usara en sentido literal, normal y llano. Las Escrituras, entonces, no pueden considerarse como una ilustración de algún caso especial  del uso del lenguaje de modo que en la interpretación de esas Escrituras haya que buscarse un significado más profundo de las palabras. [Charles C. Ryrie, Dispensacionalismo Hoy, (Editorial Portavoz, 1992) p.82 y 83]

 

El Clarifying Statement on Dispensationalism (Una Aclaración del Dispensacionalismo) publicado por New England Bible Conference, lo explica así:

 

La Biblia tiene que ser interpretada literalmente, que es la manera en que el lenguaje es normal y naturalmente entendido. Reconocemos que los escritores de la Biblia usaron con frecuencia un lenguaje figurativo, que es una manera normal y llamativa  de representar una verdad literal. La Biblia debe ser entendida a la luz del uso normal del lenguaje, el uso común de las palabras, el trasfondo histórico y cultural, el contexto del pasaje y la enseñanza general de la Biblia (2 Timoteo 2:15). Lo más importante, el creyente tiene que estudiar la Biblia en total dependencia del ESPÍRITU DE VERDAD, cuyo ministerio es revelar a Cristo e iluminar la mente y el corazón de los creyentes (Juan 5:39; 16:13-15; 1 Co. 2:9-16). El hombre natural, no regenerado, no puede entender o interpretar correctamente la Palabra de Dios. Las cosas de Dios son locura para él, no las puede entender (1 Co.2:14) y su mente está cegada (Romanos 3:11; 2 Co.4:3-4).

El Dr. David L. Cooper, fundador de The Biblical Research Society, era experto en los lenguajes bíblicos. Estudió griego con el Dr. A.T. Robertson. El Dr. Cooper es conocido por su “Regla de Oro de Interpretación”, que es como sigue:

Cuando el sentido llano de las Escrituras

tiene sentido común,

no busques otro sentido.

Por lo cual, toma cada palabra

por su sentido primario,

común y usual.

A menos que los hechos

del contexto inmediato,

estudiados a la luz

de pasajes relacionados

y de verdades fundamentales,

indiquen claramente otra cosa.

 

[Esta regla fue publicada regularmente en la revista mensual Biblical Research Monthly, del Dr. Cooper]

 

Una forma abreviada de esta regla es como sigue:

 

Si el sentido llano tiene sentido, no busques otro sentido,

para que no termine en un sinsentido.

 

Los opositores del dispensacionalismo se apartan a veces de esta regla, y aunque no quieran admitirlo, ellos parecen seguir esta regla:

 

Si el sentido llano no se ajusta a mi sistema teológico, entonces

buscaré otro sentido, para que no termine estando de acuerdo

con los dispensacionalistas.

 

Esto es ilustrado por un amilenarista, llamado Floyd E. Hamilton, quien hizo esta notable admisión:

 

Ahora bien, tenemos que admitir con franqueza que una interpretación literal de las profecías del Antiguo Testamento nos da precisamente una representación de un reino terrenal del Mesías, como el que presenta el premilenarista [Citado por Charles Ryrie, Las Bases de la Fe Premilenial, (Publicaciones Portavoz, 1984) p.47]

 

En otras palabras, si una persona realmente interpreta literalmente las profecías bíblicas, será necesariamente un premilenarista, de acuerdo con Hamilton, quien no lo era.

 

El dispensacionalista cree que Dios quiere decir lo que dice y que dice lo que quiere decir. Con fe como de niño reconoce su necesidad de tomar a Dios por Su Palabra y descansa en Sus claras, normales y obvias aseveraciones.

 

Algunos  opositores del dispensacionalismo afirman que ellos también interpretan la Biblia literalmente. Aquí hay siete pruebas para ver si realmente lo hace.

 

Prueba #1 – Los Siete Días de Génesis Uno

 

¿Entiendo que los seis días de la creación son días de

veinticuatro horas literales?

 

“Porque en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, el Señor bendijo el día de reposo y lo santificó” (Éxodo 20:11).

 

Dios dice que realizó Su obra de creación en seis días. ¿Quiere realmente decir lo que dice? ¿Quiere decir “seis días” o quiere decir otra cosa? ¿Podemos tomarlo por Su Palabra? ¿Cómo entendería un niño este versículo?

 

Muchos enseñan hoy en día que esos seis días de la creación no pueden referirse literalmente a seis días de 24 horas, sino que tienen que representar largos períodos de tiempo que corresponderían a las vastas edades geológicas de las que teorizan científicos y eruditos evolucionistas.

 

Pero, ¿permite una interpretación normal tal aproximación no-literal? ¿Cómo habrían entendido Moisés y la gente de su tiempo Éxodo 20:11 y Génesis capítulo 1? La regla del lenguaje y uso de la palabra demanda que entendamos esto como días de 24 horas literales.

 

El Dr. John Whitcomb, un pionero del movimiento creacionista moderno, ha mencionado, entre otros, los siguientes puntos significativos:

 

1.      Cuando el adjetivo numérico aparece junto a la palabra “día” (se conoce de al menos doscientos casos en el Antiguo Testamento), el significado siempre está restringido a veinticuatro horas (es decir, “primer día”, “segundo día” etc.). Ver un paralelo en Números 7:12-78.

 

2.      Cuando en el Antiguo Testamento aparece la forma plural “días” (aparece más de setecientas veces), siempre se refiere a días literales. Ver Josué 6:14 (“seis días”), donde es obvio que se trata de seis días literales.

 

3.      Una “semana” de creación de seis períodos de tiempo indefinidos, difícilmente podría servir como un modelo significativo válido para el ciclo de trabajo y descanso de Israel, conforme lo explicó por Dios en el cuarto mandamiento que dio en Sinaí (Éxodo 20:9-11). Cuán inconsistente es decir que Dios trabajó seis largos períodos (Éxodo 20:11) para que sirva de modelo al hombre para trabajar seis días literales (Éxodo 20:9). No estoy muy seguro de que  la mayoría de la fuerza laboral quisiera que cada día de trabajo fuera equivalente a un largo período de tiempo, aunque esta forma no literal de entender “día” pueda ser atrayente cuando se trata de las semanas de vacaciones. [John Whitcomb, La Tierra Primitiva, (Portavoz, 1994),p.28]

 

Antes de que apareciera el evolucionismo uniforme, había una unanimidad general entre los estudiantes de la Biblia que los días de la creación eran seis días literales de 24 horas. Las presiones de una teoría científica no comprobada no deberían forzar a los creyentes de la Biblia a abandonar el sentido natural del lenguaje.

 

Prueba #2 – El Cambio en la Naturaleza de los Animales

(Isaías 11)

 

¿Entiendo que Isaías 11 describe un tiempo en que la naturaleza de los animales será efectivamente cambiada (de feroz a apacible, de carnívoro a herbívoro, de venenoso a inocuo, etc.)?

 

“Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora” (Isaías 11:6-8).

¿Quiere Dios decir realmente lo que dice en los versículos mencionados, o quiere decir otra cosa? Si tomamos estos versículos literalmente de acuerdo a la manera normal en que se entienden las palabras, entonces nos veremos forzados a concluir que el reino aún no ha llegado. Si vas a cualquier jardín zoológico, no verás a leones comiendo paja. Ninguna madre amante permitiría hoy que su hijo jugara con una serpiente venenosa.

 

Se cuenta la historia de un guardia de zoológico ruso que alardeaba, “en nuestro zoológico en Moscú, el lobo está junto al cordero en la misma jaula; eso es algo que ustedes los americanos no tienen”. Pero él no mencionó que un nuevo cordero tenía que ser puesto en la jaula cada día.

 

 Un ejemplo de un enfoque no literal se encuentra en la New Geneva Study Bible (que algunos consideran ser la Biblia Scofield de la Teología Reformada). Desde su publicación inicial se le ha cambiado el nombre a The Reformation Study Bible. De acuerdo a las notas que se encuentran en esta Biblia, los versículos que hablan del reino siendo libre de la amenaza de animales salvajes deberían entenderse en forma “figurada” para describir “paz y seguridad” y “amor reconciliador”, lo que encontramos en el tiempo actual, desde la primera venida hasta el regreso de Cristo. [Ver notas bajo Isaías 11:6-9 y Oseas 2:18. R.C.Sproul, General Editor, New Geneva Study Bible]

 

La inconsistencia de esta interpretación se ve comparándola con otro pasaje que se refiere a la dieta de los animales. La New Geneva Study Bible tiene un enfoque muy literal en su nota bajo Génesis 1:29-30 (un pasaje que dice que originalmente los animales eran vegetarianos): “Originalmente la dieta de los animales era vegetariana”. ¿Por qué entienden literalmente Génesis capítulo 1 y figuradamente Isaías capítulo 11? ¿Por qué tiene buen sentido el sentido llano en Génesis 1 pero no en Isaías 11, especialmente cuando ambos versículos están hablando de la dieta de los animales? ¿Puede ser que Isaías 11, si se entiende literalmente, no se ajuste a su sistema teológico que dice que el reino es aquí y ahora, mientras que Génesis 1:29-30 no se opone a su teología? Esto ilustra el motivo por el cual los teólogos a menudo son inconsistentes cuando se trata del uso de la hermenéutica literal y que muchas veces tienden a abandonar el significado normal y natural de las palabras cuando las palabras describen las condiciones del reino. Los dispensacionalistas son conocidos por su uso consistente de la hermenéutica literal.

 

Si alguien tuviera alguna duda que Isaías 11:6-8 se refiere a un futuro reino y que no se aplica a este tiempo presente, haga este experimento. Vaya al zoológico más cercano y eche paja dentro de la jaula de un león y vea si estos predadores carnívoros demuestran el más mínimo interés en ella. Luego tíreles trozos de carne y observe la acción.

 

Prueba #3 –El Reino Milenial de Apocalipsis 20

 

¿Entiendo que Apocalipsis 20 describe un período literal de mil años durante el cual los creyentes reinarán con Cristo?

 

En Apocalipsis capítulo 20 se hace referencia seis veces a un período de mil años. ¿Quiere Dios decir realmente lo que dice o se supone que los “mil años” han de tomarse figurativa o simbólicamente para referirse a alguna otra cosa?

 

El Dr. Gary North, uno de los fundadores del movimiento reconstruccionista postmilenial, envió un boletín informativo en el cual reprende a los dispensacionalistas por su omisión en enseñar el creacionismo, especialmente en cuanto a los seis días literales de la creación. [Gary North, Christian Reconstruction, “Christianity and Progress” (Tyler, Texas; Institute for Christian Economics, May/June,1987] Atacó a C.I. Scofield por sostener la teoría del intervalo, una posición mantenida por muchos de los primeros dispensacionalistas, pero rechazado por la mayoría, sino por todos los dispensacionalistas actuales. North hizo la falsa  acusación de que ningún seminario dispensacionalista sostiene la posición de una creación reciente y que ningún seminario dispensacionalista sostiene la posición de que los días de la creación fueron días literales de 24 horas. Esta acusación era falsa, evidenciada por el hecho de que el Seminario Teológico Grace ha publicado una declaración escrita sobre esta materia titulada Biblical Creationism, adoptada por la facultad el 6 Julio de 1979. Muchas otras escuelas dispensacionalistas también adoptaron una sólida posición en cuanto a los seis días literales de la creación.

 

El Dr. North es de alabar por su acercamiento literal al primer capítulo de Génesis y su insistencia en que los seis días de la creación eran seis días literales de 24 horas. El toma Génesis 1 literalmente y entiende los seis días en su sentido normal, natural y obvio. “Días” significa “días”. “Mañanas y tardes” significa “mañanas y tardes”. “Quinto día” significa “quinto día”. Si el Dr. North siguiera el mismo acercamiento literal que usa para Génesis 1 y aplicara eso a Apocalipsis capítulo 20, entonces sería un dispensacionalista premilenarista y se vería forzado a abandonar su postmilenarismo. En vez de ello, él abandona su hermenéutica literal. Los mil años de Apocalipsis se vuelven simbólicos. El término “mil años” (mencionado seis veces en Apocalipsis 20) no significa realmente mil años.

 

El Dr. North ha recomendado el libro de David Chilton, The Days of Vengeance—An Exposition of the Book of Revelation, como la obra maestra sobre profecía y North mismo escribió el prefacio. El dice que nadie ha escrito y nadie podrá escribir un mejor comentario sobre Apocalipsis, de modo que es razonable asumir que Gary North está de acuerdo con la posición de Chilton sobre Apocalipsis 20. Lo siguiente es el entendimiento no-literal de Chilton de los mil años: Los mil años representan “un vasto e indefinido período de tiempo…Ya ha durado casi 2000 años y probablemente durará muchos años más. Los mil años han de entenderse como un número simbólico, indicando un largo período….Puede significar millones de años” [David Chilton, The Days of Vengeance—An Exposition of the Book of Revelation (Ft. Worth: Dominion Press, 1987), p.507. El prefacio del Dr. North se encuentra en las p.15-33].

 

El Dr. North se opone totalmente a la teoría de la evolución, sin embargo trata Apocalipsis 20 de una manera muy similar a como los evolucionistas tratan Génesis 1. El evolucionista dice:

 

La evolución es realmente imposible, pero si nos dan suficiente tiempo, todas las cosas son posibles. No necesitamos a Dios; sólo necesitamos tiempo. Aunque no podemos ver que la evolución está sucediendo hoy, si nos dan suficiente tiempo, todo puede suceder. [Esto es bellamente ilustrado por una afirmación hecha por el evolucionista Rick Gore en un artículo titulado “The Awsome Worlds Within a Cell” (Mundos Extraordinarios dentro de una Célula) que apareció en el Nacional Geographic de Septiembre 1976. Explicando como se originó la primera célula, Gore dice, “Las probabilidades de que las moléculas precisas estuvieran en el lugar preciso en el momento preciso son prácticamente nulas. Sin embargo, tal como la ciencia lo estima, el tiempo es decisivo en la obra de la naturaleza. En verdad, lo que aparece como imposible en un momento dado, después de innumerables sondeos, llega a ser una certeza”. En otras palabras, los evolucionistas enseñan que “con tiempo, todas las cosas son posibles”]. Por eso no podemos tomar literalmente los días de Génesis 1, porque necesitamos mucho más de seis días. Necesitamos millones y millones de años. Sin todo eso tiempo, nuestra teoría de la evolución está en problemas.

 

Los Reconstruccionistas hacen eco al pensamiento de los evolucionistas en su acercamiento a Apocalipsis capítulo 20:

 

Reconstruir la sociedad de acuerdo con la ley de la Biblia parece imposible, pero si tenemos suficiente tiempo, puede ser realizado. Ciertamente, no vemos que esté sucediendo hoy. De hecho, parece que la sociedad se está volviendo más y más anárquica. Pero con suficiente tiempo, estos cambios vendrán para mejor. No necesitamos que Cristo venga personalmente a la tierra para cambiar la sociedad. Nosotros podemos hacerlo, pero necesitamos tiempo. Si nos dan suficiente tiempo, todo puede suceder. Por eso no podemos tomar literalmente los mil años, porque necesitamos mucho más tiempo que eso. Necesitamos miles y miles de años, quizás aun UN MILLÓN DE AÑOS para vencer y tener dominio sobre la tierra. Pero tengamos  paciencia. Esto sucederá. Pero sin todo ese tiempo, nuestra teoría reconstruccionista/ postmilenarista estaría en gran apuro.

 

Podemos estar agradecidos por un gran Dios Creador que pudo hacer los cielos y la tierra en seis días literales. Y podemos estar agradecidos por un gran Rey que viene, el Señor Jesucristo, que puede traer súbita y poderosamente Su reino prometido (Daniel 2:44). ÉL no depende de los débiles esfuerzos del hombre para mejorar la sociedad. Todo lo que el hombre puede hacer es corromper más y más la sociedad, tal como era en los días de Noé.

 

Para mayor información sobre el reino, ver La Dispensación del Reino

 

Prueba #4—Los Tres y Medio Años de Daniel y Apocalipsis

 

¿Entiendo que el Libro de Daniel y el Libro de Apocalipsis describen un período literal de tres años y medio?

 

En las obras maestras de Dios, Daniel y Apocalipsis, se habla de un período de tiempo que dura tres años y medio. Está descrito de cuatro maneras diferentes:

 

  1. Mil doscientos sesenta (1260) días (Apocalipsis 12:6,14). Esto sería equivalente a 3 ½ años y también equivalente a 42 meses (30 días cada mes).

 

  1. Cuarenta y dos (42) meses (Apocalipsis 11:2; 13:5).

 

  1. “Un tiempo, tiempos y medio tiempo” (Daniel 12:7; Apocalipsis 12:14) –si un “tiempo” equivale a un año y si “tiempos” equivale a dos años, entonces “un tiempo, tiempos y medio tiempo” equivaldría a 3 ½ años.

 

  1. Media semana, consistiendo la semana de siete años, es decir, un período de 3 ½ años (Daniel 9:27).

 

Dios quiere decir lo que dice y dice lo que quiere decir. ÉL nos ha hablado acerca de un período de tiempo que es equivalente a tres y medio años, y ÉL describe este período de tiempo de cuatro maneras distintas para que nosotros podamos entender bien. Cuando Dios dice 1260 días, ¿ÉL quiere realmente decir 1260 días? Cuando Dios dice 42 meses, ¿quiere realmente decir 42 meses? Cuando Dios dice 3 ½ años [tiempo (1) + tiempos (2) + medio tiempo (½)= 3 ½]  ¿quiere realmente decir 3 ½ años? Cuando Dios habla de la mitad de un período de siete años (Daniel 9:27), ¿realmente quiere decir la mitad de un período de siete años?

 

¿Podemos creer que Dios realmente sabe contar?

 

Para mayor información sobre este período de tiempo, ver La Gran Tribulación--¿Es Futura o se ha Cumplido? Y también El Tiempo de la Tribulación

 

Prueba #5—Los Sacrificios de Animales y el Tercer Templo

 

¿Entiendo que en el futuro, durante la edad del reino, habrá sacrificios de animales?

 

¿Creo en un futuro templo milenial, tal como es descrito en los capítulos finales de Ezequiel?

 

Los que no creen en un reino terrenal, milenial, literal, tienen un gran problema en creer que se reestablecerán los sacrificios de animales bajo el sacerdocio de Sadoc durante el reinado milenial venidero. Ellos no pueden entender cómo esto puede ser reconciliado con el sacrificio hecho una vez para siempre de nuestro Sustituto perfecto, el Señor Jesucristo.

 

Sin embargo, no podemos ignorar pasajes muy claros que hablan acerca de futuros sacrificios de animales en el contexto de un futuro templo milenial. Ver Ezequiel 40-48 (especialmente 43:19-27); Isaías 56:6-7; Isaías 60:7; Zacarías 14:16-21. Espiritualizar estas profecías es vaciarlas de su contenido literal. Pretender que ellas se aplican de alguna manera a la iglesia de la edad presente es un insulto a Dios que espera que lo tomemos por Su Palabra. En realidad, muchos no-dispensacionalistas simplemente ignoran esas profecías, lo cual es más fácil que tratar de deshacerse en explicaciones.

 

A menudo, el mismo acercamiento no-literal se hace respecto al templo milenial con su detallada descripción que nos ha sido dada en Ezequiel 40-48. Sin embargo, estos mismos hombres nos dirían que la detallada descripción del tabernáculo y su mobiliario que se encuentra en el libro del Éxodo o la detallada descripción del templo de Salomón en 1 Reyes 6, debe ser tomada literalmente. ¿Por qué entendemos las detalladas descripciones del tabernáculo y del templo como descripciones de estructuras literales, pero cuando se trata de un templo futuro, también descrito con mucho detalle, abandonamos un entendimiento literal de la Palabra de Dios? ¿Puede ser que nuestra hermenéutica esté gobernada por nuestra teología? Si una persona no cree en un futuro reino terrenal centrado en Jerusalén, entonces es fácil entender por qué tampoco creerá que podría haber allí un templo, mucho menos sacrificios de animales.

 

Para un estudio ulterior ver: El Templo Milenial de Ezequiel 40-48 por el Dr. John Whitcomb (Un Ejercicio de Interpretación Literal).

 

Prueba #6 – El Río Milenial Emanando de Jerusalén

 

¿Creo en un río milenial que se origina en el templo de Jerusalén y que fluye hacia el Mar Muerto (que será entonces un mar vivo) y el Mar Mediterráneo?

 

Otra prueba para la interpretación literal es el río que se describe en Ezequiel 47 y otros lugares del Antiguo Testamento. Este asombroso río nacerá en la casa del Señor (comparar Joel 3:18) como un pequeño arroyo. Gradualmente este arroyo se volverá más profundo y caudaloso, hasta que sobrepase la cabeza de un hombre. Correrá hacia el este donde finalmente desembocará en el Mar Muerto, el cual tendrá entonces un nombre terriblemente equivocado porque las aguas del Mar Muerto se volverán frescas y se llenarán de peces (Ez.

47:1-10). El Mar Muerto será transformado milagrosamente en un mar vivo.

 

En Zacarías 14:8 leemos que la mitad de este río desembocará en el Mar Muerto y la otra mitad del río desembocará en el Mar Mediterráneo. Este río también es mencionado en el Salmo 46:4 (y note el contexto en el Salmo 46:9-10, que habla claramente del reino).

Manfred Kober ha provisto la siguiente ilustración de la futura topografía de la Tierra Santa, mostrando a este asombroso río fluyendo hacia los dos grandes mares:

 

 

Las descripciones de este río son tan literales, como literales puedan ser. Hay claras referencias geográficas en conexión con este río (Ezequiel 47:8-10). Se dan las medidas exactas de las distancias y de las profundidades (Ezequiel 47:3-5). Los detalles de este río son muy descriptivos y específicos. Fluye al mar (mar Muerto) y las aguas, que una vez fueron las aguas más saladas de la tierra, se vuelven dulces. Habrá muchas variedades de peces en estas mismas aguas, donde los peces anteriormente no podían vivir. Habrá pescadores en sus riberas y se extenderán las redes. ¿Hemos de rechazar toda esta descripción y espiritualizarla y darle algún otro significado, de acuerdo a nuestra propia fantasía o tomarla textualmente y dar a las palabras su sentido literal, normal y obvio?

 

Cuando la gente se aparta de la interpretación literal, ellos niegan el sentido llano y dan al texto algún otro sentido, de acuerdo a su propia imaginación. Es casi chistoso leer los comentarios y ver como la gente espiritualiza este río y le da significados antojadizos.

 

Los primeros padres veían el río como símbolo del bautizo. Algunos lo ven como la corriente de la historia. Muchos hablan del río como un símbolo de la vida espiritual, siendo algunos creyentes solamente  cristianos hasta los tobillos o cristianos hasta las rodillas. Otros identifican el río con la corriente del evangelio, negando cualquier cumplimiento literal futuro. Derek Kidner, relacionando este río con el río del paraíso de Génesis 2, habla de él simplemente como “vitalidad que fluye de terreno sagrado”, lo que sea que tal cosa signifique. [Manfred Kober, “The Return of the Lord and the River of Life” (El Regreso del Señor y el Río de Vida)]

 

El río está relacionado directamente con la casa del Señor (Ezequiel 47:1-2; Joel 3:18), de modo que si una persona rechaza la literalidad de este río, también tiene que rechazar la literalidad del templo que está descrito en Ezequiel 40-48. En realidad los tres (el templo, el río y los sacrificios de animales) van juntos o caen juntos.

 

Alva McClain, cuya obra sobre el reino es clásica, ha escrito lo siguiente sobre el río milenial que emerge del templo:

 

Además de estos resultados naturales que tienen que seguir a las lluvias controladas, también habrá ríos fluyendo por causas milagrosas, tal como la maravillosa corriente ilustrada en Ezequiel (47:1-12). Saliendo del templo, su gran dimensión, sus beneficiosos resultados, y su perenne fluir “en verano y en invierno” (Zacarías 14:8) –todo enfatiza la naturaleza sobrenatural de esta corriente. Nada inherentemente imposible hay en tal fenómeno. ¿Por qué podría alguien tropezar ante la idea de un hermoso río manando del centro geográfico del reino terrenal de nuestro bendito Señor, sanando tanto sus aguas como sus frutos, que crecen a ambos lados? ¿Hay aquí alguna cosa increíble, si recordamos que el Rey que viene es Aquel que una vez transformó agua en vino y envió a un hombre ciego a lavar su ceguera en las aguas de Siloé (Juan 9:11)? Qué símbolo tan visible será éste para recordar a las naciones las incesantes bendiciones que fluirán del trono del Hijo de David. Y nadie se irá de este santuario descorazonado y desilusionado por no haber encontrado ayuda. [Alva McClain, The Greatness of the Kingdom—an Inductive Study of the Kingdom of God (Winona Lake:BMH Books, 1974) p.237].

 

Escribí a Gary DeMar, un autor preterista muy conocido y un crítico del dispensacionalismo.

[Su ataque al dispensacionalismo se llama Last Days Madness—Obsession of the Modern Church (Atlanta; American Vision, 1999).]  La pregunta que hice es simplemente ésta:

 

Ezequiel 47 y otros pasajes enseñan que habrá un río que saldrá del templo y que desembocará en el Mar Muerto, con el resultado de que las aguas del Mar Muerto sanarán, de modo que vivirán peces allí y pescadores echarán sus redes (v.1-10).

¿Cuándo se cumplió ésto?

 

Su respuesta fue larga, pero en esencia era que este pasaje de Ezequiel 47 ya fue cumplido por Jesucristo, quien es nuestro Río de Vida. [Esta respuesta es típica de un preterista: “Se ha cumplido, no es futuro”]. Ahora, ciertamente estaríamos de acuerdo en que Jesucristo es nuestro Río de Vida, y estaríamos todavía muertos en pecados si estuviésemos apartados de ÉL, quien es nuestra Vida, pero, ¿significa ésto que las claras afirmaciones acerca del río en Ezequiel 47 (y cómo las aguas del Mar Muerto serán sanadas) nunca tendrán un cumplimiento literal? La pregunta clave es realmente la siguiente: ¿Hará Dios lo que dijo que haría en Ezequiel 47, o no? Decir simplemente que todos los detalles y pormenores de esta profecía fueron cumplidas por Jesucristo no hacen justicia a las explícitas declaraciones de las Escrituras. No honra a Cristo negar el sentido llano, obvio y natural de Su Palabra. Las aguas del Mar Muerto nunca fueron sanadas en la primera venida de Cristo y durante los últimos 2000 años ningún pescador ha extendido allí sus redes. La profecía de Ezequiel nunca se ha cumplido, pero los que toman a Dios por Su Palabra, saben que se cumplirá.

 

Prueba #7—El Alcance de la Expiación

 

¿Entiendo que Cristo murió por todos los hombres y que ÉL gustó la muerte por todos, sin excepción?

 

El lenguaje de la Biblia no puede ser más claro:

 

ÉL murió por. . .

el mundo (Juan 3:16; 6:33, 51)

todo el mundo (1 Juan 2:2)

todos (1 Timoteo 2:6)

todos nosotros (Isaías 53:6)

todos los hombres (Romanos 5:18)

por todos (Hebreos 2:9)

por los que niegan a Cristo (2 Pedro 2:1)

 

¿Quiere Dios realmente decir lo que dice? ¿Podemos tomarlo por Su Palabra? ¿O permitiremos que nuestra teología nos obligue a cambiar el significado de las palabras que, en sí mismas, son muy claras?

 

Sir Robert Anderson, en el prefacio de su libro Forgotten Truths (Verdades Olvidadas) ha escrito lo siguiente:

 

 Durante los primeros años de mi vida cristiana yo estaba muy confundido y afligido por la suposición de que las simples y llanas palabras de Escrituras tales como Juan 3:16; 1 Juan 2:2; 1 Timoteo 2:6 no eran ciertas, salvo en un sentido misterioso que sólo era entendido por los iniciados. Porque, se me había dicho, la predominante verdad de la soberanía divina en la elección, impedía tomarlas literalmente. Pero hace medio siglo, un amigo de esos días --el finado Dr. Horatius Bonar—me libró de este extrañamente prevaleciente error. El me enseñó que verdades pueden parecernos irreconciliables solamente porque nuestras mentes finitas no pueden entender al Infinito: y que nunca debemos permitir que nuestra pobre comprensión de los eternos consejos de Dios impidan la incuestionable fe en las palabras de las Sagradas Escrituras”. [Del  prefacio del libro de Anderson ‘Forgotten Truths’ (Grand Rapids Kregel Publications, 1980), preface].

 

Richard Baxter (1615-1691) era un hombre piadoso y es muy estimado entre los hombres reformados. Escribió lo siguiente en cuanto a esta materia:

 

Cuando Dios nos dice, con toda la sencillez posible, que Cristo murió por todos y que gustó la muerte por todo hombre, los hombres lo negarán y, con ese fin, torcerán el sentido llano de las palabras, simplemente porque no pueden ver cómo esto puede reconciliarse con Cristo condenando a hombres y con Su especial amor hacia Sus elegidos. No es difícil ver la justa y equilibrada coherencia. Pero, ¿y si tu no puedes ver cómo concuerdan dos verdades del Evangelio? ¿Negarás entonces una de ellas, cuando ambas son evidentes? ¿No es un gran orgullo preferir tu propio entendimiento antes de la sabiduría del Espíritu de Dios, que ha inspirado las Escrituras? ¿No debería un hombre humilde decir más bien, sin duda que ambas son verdad, aunque yo no pueda reconciliarlas? De modo que otros negarán estas llanas verdades, porque ellos piensan que todos por quienes Cristo murió están ciertamente justificados y salvados; porque por quienquiera que Él muriera y satisficiera la justicia, Él les proveería de fe para creer en Él; Dios no podría castigar justamente a aquellos por quienes Cristo dio satisfacción, etc. Pero, ¿dicen las Escrituras todas o algunas de estas opiniones con la sencillez con la dice que Cristo murió por todos y por cada hombre? ¿Dice claramente en alguna parte que Él no murió por todos? ¿Dice que hace excepción de un hombre, y que Cristo no murió por él? ¿Dice en alguna parte que ÉL murió solamente por Sus ovejas o por Sus elegidos y que excluye a los no elegidos? No hay tal palabra en toda la Biblia; ¿no deberían estar las verdades ciertas y los textos claros por sobre los puntos inciertos y los textos oscuros? (Richard Baxter, Universal Redemption of Mankind, p.282-283).

 

Richard Baxter aplica luego hábilmente estos principios al caso en cuestión:

 

Quisiera preguntar a cualquiera, ¿creerías que Cristo murió por todos los hombres si las Escrituras lo dicen claramente? Si lo hicieras, dime, ¿qué palabras encontrarías o desearías que fueran más claras que las que son usadas aquí? ¿No es suficiente que Cristo es llamado el Salvador del Mundo? Dirás, ¿pero lo es de todo el mundo? Sí, dice que ÉL es la propiciación por los pecados de todo el mundo. Dirás, ¿pero no es para todos los hombres del mundo? Si, dice que Él murió por todos los hombres, como también por todo el Mundo. Pero dirás, ¿no dice que para cada hombre?  Sí, lo dice, Él gustó la muerte por cada hombre. Pero, podrás decir, eso significa por todos los elegidos, si dijera eso de todos los no-elegidos, yo lo creería. Sí, lo dice así de quienes negaron al Señor que los compró, y que traerán sobre sí mismos destrucción repentina. Sin embargo, todo esto parece ser nada para el hombre prejuiciado. [Richard Baxter, Universal Redemption of Mankind, p.286-287. Los versículos aludidos en esta cita son Juan 4:42; 1 Juan 2:2; 1 Timoteo 2:4-6; Hebreos 2:9; 2 Pedro 2:1]

 

Conocí a un hombre que no estaba comprometido con la creencia que Cristo murió por todos los hombres y que, sin embargo, hizo esta notable concesión: “Si Cristo murió por todos los hombres, no sé cómo la Biblia podría decirlo aún más claramente”. ¡Cuán cierto! Este mismo hombre, más adelante, adoptó la doctrina de la expiación ilimitada porque no podía negar las claras y llanas afirmaciones de las Escrituras.

 

Para un estudio ulterior:

¿Por Quién Murió Cristo?

La Obra de Cristo en la Cruz-- ¿Es Limitada o Ilimitada?

 

Siete Pruebas-- ¿Cómo le fue?

 

¿Se aproximó a los siete ejemplos desde un punto de vista literal consistente, tratando de entender el lenguaje de la Biblia de una manera natural y normal, entendiendo el lenguaje en su sentido obvio? Que Dios nos ayude a acercarnos a Su Palabra con la fe sencilla de un niño y que con humildad le tomemos por Su Palabra, permitiendo que la Biblia diga lo que dice, y no forzándola a decir lo que nosotros queremos que diga o pensamos que debería decir. “Habla, Jehová, porque Tu siervo oye” (1 Samuel 3:9).

 

 

*** ****** ***