CAPÍTULO  2

 

 

¿PUEDO YO ENTENDER LA BIBLIA?

 

Supongamos que alguien te mostrara un libro de matemáticas de alto nivel. ¿Podrías entenderlo? ¿Podrías entender un libro de química o un libro de física de la universidad? ¿Has visto alguna vez un léxico hebreo (un diccionario de palabras hebreas)? ¿Es este un libro que podrías entender con facilidad? ¿Qué de un libro de texto de economía, un manual mecánico para reparar tu coche, un libro de carta de navegación, una guía de programa de computación, un libro de anatomía avanzada para estudiantes de medicina, un texto de composición musical, un diario para los que con seriedad invierten en los mercados accionarios o una colección de anteproyectos de arquitectura? ¿Podrías entender la mayoría de estos libros?

 

Hay algunos libros que son casi imposibles de entender a menos que seas un experto en algún área. Algunos libros técnicos solo harán sentido después de años de entrenamiento y estudio  especiales. Para la persona común que nunca ha recibido esta instrucción, uno de esos libros será de poco valor. Probablemente pensará, “¿Para qué gastar tiempo en leer algo que nunca podré entender? Este libro no es para mí; es para expertos.”

 

Mucha gente se siente así en cuanto a la Biblia. Ellos piensan que la Biblia es un libro un tanto  misterioso y enigmático que solo pocas personas muy instruidas pueden entender alguna vez. Ellos creen que solo teólogos “expertos” que han estudiado durante años en seminarios pueden leer y entender la Biblia. Para la persona promedio, normal, común y corriente, no hay esperanza de jamás pueda entender el Libro de Dios. “Quizás el Papa o un sacerdote o un profesor o un pastor puedan entender las Escrituras, pero yo por cierto no puedo.” ¡QUÉ MENTIRA!

 

Es una MENTIRA decir que solo unas pocas personas selectas son lo suficientemente educadas y privilegiadas como para entender la Biblia. Durante siglos (especialmente durante la “Alta Edad Media”) los hombres vivieron en oscuridad y depravación y en un estado de muerte espiritual, porque creían que la Biblia no podía ser entendida por el hombre común. Esto es lo que a menudo les decían sus sacerdotes y líderes religiosos. Como resultado, millones de personas fueron disuadidas de leer la Biblia o de poseer una Biblia propia, y en muchos casos la Biblia ni siquiera había sido traducida a la lengua común o al idioma de la gente.

 

DIOS QUIERE QUE LA GENTE ENTIENDA LA BIBLIA

 

1. La Palabra de Dios es para el Mundo

 

Un buen libro debe ser entendible por todos aquellos para quienes fue escrito. Un libro de astronomía está dedicado a los astrónomos y ellos deberían entenderlo. Un libro de anatomía debería ser entendido por los médicos o estudiantes de medicina, porque fue escrito para ellos. Los libros de leyes fueron escritos para que los entiendan los abogados. Si el libro es para ti, entonces tú deberías poder entenderlo.

 

¿A quién está dirigida la Biblia? ¿Fue escrita solo para Papas, sacerdotes, profesores y pastores? La Biblia fue escrita para los PECADORES, para que lleguen a ser SALVOS y tengan una relación con el Dios vivo. ¿Cuántos personas de la población mundial son pecadores (Romanos 3:23)? ___________ ¿Cuántos de estos pecadores quiere Dios que sean SALVOS (1 Timoteo 2:4 y comparar 4:10)? _______________ Por lo tanto, ¿ES LA BIBLIA PARA TI? _____ Si Dios pensó la Biblia para ti, ¿no crees que Su propósito es que tú también la entiendas? ¿Construiría un padre una hermosa cancha de básquetbol para su hijo sin darle jamás una pelota? ¿De qué sirve una cancha de básquetbol si no la puedes usar por falta de una pelota? ¿Daría el Padre Celestial a Sus hijos un Libro sin ayudarles nunca a entender o hacer lo que dice? ¿De qué sirve una Biblia que no podemos entender?

 

2. Un Libro Poco Común Entregado en un Lenguaje Común

 

Algunos libros técnicos (especialmente de ciencia o matemáticas de alto nivel) son tan complicados (al menos para los que somos “inexpertos”) que leerlos es casi como leer un idioma extranjero. Esa ecuación matemática parece no tener sentido alguno. Cuando Dios nos dio Su Palabra, Él no la dio en un lenguaje técnico o difícil o “divino” que estuviera más allá de la comprensión de nuestra frágil mente humana.

 

El Nuevo Testamento, por ejemplo, fue escrito originalmente en Koine o griego común. Este era el lenguaje natural y común que hablaba la gente común en el Imperio Romano. La Biblia podría haber sido escrita en un griego “clásico” (el griego escrito que usaba Platón el filósofo, Tucídides el historiador y Demóstenes el orador/ estadista, para nombrar solo algunos), pero entonces solo podrían haberla entendido los eruditos, los intelectuales, los “expertos”. Dios quiere que “los hombres S_____ L_________ (sin educación) y del V________” (Hechos 4:13) entiendan Su Palabra. Una de las grandes realizaciones de Martín Lutero fue traducir la Biblia al idioma alemán para que el pueblo alemán pudiera tener la Palabra de Dios en su propio idioma (en vez de latín) y pudiera así entenderla. La Biblia es un libro POCO COMÚN que comunica en un lenguaje COMÚN a gente COMÚN que necesita en COMÚN la salvación que se encuentra en nuestro Señor Jesucristo.

 

La Biblia es realmente asombrosamente sencilla. Dios no escogió palabras largas y difíciles para comunicar Su verdad. Considera, por ejemplo, algunas de las palabras comunes y sencillas que se encuentran en Mateo 13: sembrador, semilla, espinos, tierra, oídos, campo, aves, perla, etc. Jesús uso un lenguaje terrenal para comunicar la verdad celestial.

 

Esto no significa que todo lo que dice la Biblia sea fácil de entender. Incluso Pedro tuvo problemas con algunas cosas que escribió Pablo: “como también nuestro amado hermano ___________, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus ________________, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas _______________ de __________________” (2 Pedro 3:15-16). Algunas cosas las entenderemos de inmediato como nuevos cristianos; otras cosas Dios nos las enseñará años más tarde, a medida que maduramos en la fe. Pero, seamos cristianos nuevos o cristianos maduros, Dios quiere que entendamos Su Palabra.

 

3. Un Hombre que Necesitaba Entender

 

En Hechos capítulo 8 encontramos a un hombre que necesitaba y deseaba entender la Palabra de Dios—el eunuco etíope. En el versículo 30, Felipe encontró a este hombre sentado en su carro leyendo la Biblia (el libro de Isaías) y le preguntó, “¿_______________________ lo que lees?”

 

¿Quería Dios que este hombre entendiera la Escritura? Al estudiar este capítulo, descubrimos al menos tres cosas:

 

  1. Dios proveyó bondadosa y providencialmente a este hombre una copia de las Escrituras en un lenguaje que podía leer (v. 28, 30-35). Este hombre estaba buscando y Dios le proveyó de una Biblia, o al menos de una porción de la Palabra de Dios.

 

  1. Felipe había estado ocupado predicando el evangelio a una multitud de gente (ver v.5-6, 12, 25), pero entonces Dios envió a Felipe donde un hombre para dar a este hombre la ayuda que necesitaba (ver v. 26, 30, 35). Nota: Una de las razones por las que este eunuco necesitaba ayuda era porque no tenía el Nuevo Testamento, como nosotros lo tenemos hoy. El Nuevo Testamento aún no había sido escrito.

 

  1. Dios dio a este hombre suficiente entendimiento como para creer, con conocimiento de causa, en el Señor Jesucristo (v.35, 37).

 

¿Quiere Dios que tú entiendas las Escrituras? ¿Te ha dado ÉL una Biblia que puedes leer en tu propio lenguaje? ¿Te ha dado creyentes que te pueden enseñar y que te ayudan a entender? ¿Has creído en el Señor Jesucristo?

 

4. Dios No Quiere Que Seamos Ignorantes

 

En Mateo 24:15 el Señor Jesús dijo, “El que lee, __________________.” A la persona que lee la Biblia (en este caso el libro de Daniel) se le dice que ENTIENDA lo que lee, porque eso es lo que Dios quiere. Dios no quiere que seamos IGNORANTES:

 

 

 

1. ____ Ignorantes de las estratagemas de Satanás

 

2. ____ Ignorantes en cuanto al endurecimiento parcial

            de Israel en esta presente edad

 

3. ____ Ignorantes en cuanto a los fracasos de los

            Israelitas en el pasado

 

4. ____ Ignorantes en cuanto al rapto (arrebatamiento)

            de los creyentes

 

5. ____ Ignorantes en cuanto al diluvio universal

            (juicio) en los días de Noé

 

6. ____ Ignorantes en cuanto a los dones espirituales

 

 

 

 

 

 

A.   Romanos 11:25

 

B.   1 Corintios 10:1-5

 

C.   1 Corintios 12:1

 

D.   2 Corintios 2:11

 

E.   1 Ts. 4:13

 

F.   2 Pedro 3:5-6

 

 

 

El corazón de Dios se complace cuando entendemos Su Palabra (1 Corintios 14:9, 19, 20). Si una persona no quiere leer la Palabra de Dios y no quiere entenderla y obedecerla, entonces Dios no puede decir sino: “Mas el que ________________, ________________” (1 Corintios 14:38). ¿Cuál es el problema real? Marque la respuesta correcta:

 

a. La gente no puede entender la Biblia.

b. La gente no quiere entender la Biblia y no quiere venir con fe sencilla al Dios que les puede  

    ayudar a entender.

c. La Biblia es demasiado difícil de entender.

d. Dios no quiere que alguna gente entienda.

 

Lee 1 Juan 5:13 y completa correctamente este versículo: “Estas cosas os he escrito a vosotros…

para que…

 

a. seáis ignorantes”

b. estéis confundidos”

c. vayan donde el sacerdote (u otro “experto”) para que les pueda explicar”

d. SEPÁIS” (Dios quiere que TU sepas y entiendas)

 

 

SUGERENCIAS PARA ENTENDER LA BIBLIA

 

1) Asegúrate de que eres salvo

 

Los inconversos no pueden entender las cosas de Dios. Ellos están espiritualmente CIEGOS (1 Co. 2:14; Rom.3:11; Ef. 4:18). Solo el Dios vivo puede abrir sus ojos y ayudarles a ver (comparar Hechos 16:14).

 

2) Asegúrate de depender de Dios para que te enseñe

 

¿Quién tiene que darte entendimiento (2 Timoteo 2:7) para que puedas entender las Escrituras (Lucas 24:45)? ____________________________ El Autor de la Biblia (Dios, el Espíritu Santo) te puede ayudar a entender la Biblia. Es el único Libro que puedes leer y tener siempre al Autor  presente contigo.

 

3) Asegúrate de que deseas hacer la voluntad de Dios

 

Lee Juan 7:17 (“El que QUIERA HACER LA VOLUNTAD DE DIOS, CONOCERÁ…”). Si realmente quieres hacer la voluntad de Dios, entonces podrás estar seguro de que Dios te revelará Su voluntad por medio de Su Palabra. Pero, ¿por qué habría de revelar Dios Su voluntad y Su Palabra a alguien que no la seguirá ni la obedecerá? ¿Darías a alguien $50.00 sabiendo que irá y los gastará en bebidas alcohólicas? Dios es muy cuidadoso en dar y revelar Su verdad.

 

¿QUÉ HAS HECHO CON LA VERDAD QUE DIOS YA TE HA MOSTRADO EN SU PALABRA?

 

DIEZ “IMPERATIVOS” PARA ENTENDER LA PALABRA DE DIOS

 

1.     Tengo que haber nacido de nuevo

 

“Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios…No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo” (Juan 3:3, 7). La persona que no ha nacido de nuevo no puede entender la Palabra de Dios.

 

“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” (1 Corintios 2:14).

 

2.     Tengo que desear conocer la verdad que se encuentra en la Palabra de Dios.

 

“Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en Él: Si vosotros permaneciereis en Mi Palabra, seréis verdaderamente Mis discípulos, y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:31-32).

 

3.     Tengo que desear HACER la voluntad de Dios.

 

“Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es Mía, sino de Aquel que Me envió. El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si Yo hablo por Mi propia cuenta” Juan 7:16-17).

 

4.     Tengo que desear CRECER.

 

“Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis” (1 Pedro 2.2).

 

5.     Tengo que obedecer la verdad que ya conozco.

 

“Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis” (Juan 13:17).

 

6.     Tengo que ser HACEDOR de la Palabra y no tan solo oidor.

 

“Pero sed hacedores de la Palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos” (Santiago 1:22).

 

7.     Tengo que aprender a obedecer los mandamientos de Cristo, no solo saberlos.

 

“Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mato 28:20).

 

8.     Tengo que cuidar no solo de la doctrina sino de mí mismo.

 

“Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren” (1 Timoteo 4:16 y ver Hechos 20:28).

 

9.     Tengo que entender que el estudio de la Biblia requiere constancia.

 

“ESTUDIA (procura con diligencia, haz todo esfuerzo) presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la Palabra de verdad” (2 Timoteo 2:15).

 

10. Tengo que darme cuenta que entender es un don de Dios, por lo cual tengo que estar bien con el Señor y tengo que estar espiritualmente preparado y dispuesto a recibir entendimiento de parte de ÉL.

 

“Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo…Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas” (2 Timoteo 2:7; Santiago 1:21).

 

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